Los nuevos “huérfanos” del panismo poblano

Los nuevos “huérfanos” del panismo poblano

Foto: Enfoque

La militancia panista ha hablado y este domingo decidió que Augusta Díaz de Rivera se convierta en la nueva presidenta del Comité Directivo Estatal del Partido Acción Nacional (PAN) en Puebla, terminando con la oscura época de Genoveva Huerta Villegas.

 

Aunque Huerta Villegas no ha aceptado su contundente derrota, resulta irreversible la victoria de la fórmula conformada por Díaz de Rivera y Marcos Castro, lo que traerá grandes cambios en el PAN Puebla, sobre todo por los “huérfanos” políticos que dejarán estos resultados.

 

Junto con Genoveva Huerta, diversos personajes ya no tendrán un coto de poder que habían presumido durante muchos años, logrando muchas veces beneficios a costa de los intereses generales del panismo poblano.

 

Entre los “huérfanos” del panismo que dejará la derrota de Genoveva Huerta está el actual diputado local Oswaldo Jiménez, quien también ve frustrados sus sueños de poder pelear por la candidatura a la alcaldía de Puebla en 2024.

 

 

En este mismo tenor está la legisladora local Mónica Rodríguez Della Vecchia, quien deberá guardar sus deseos de ser candidata a Diputada Federal o Senadora en el próximo proceso electoral.

 

Qué decir de panistas como Eduardo Alcántara Montiel, quien tendrá un debut y despedida como diputado local, pues será complicado que con los antecedentes de misoginia y acoso que tiene logre ser beneficiado con alguna candidatura.

 

En la misma situación tenemos a Inés Saturnino, quien veía en Genoveva Huerta a su salvadora para regresar al PAN y poder buscar algunos puestos pequeños dentro de la misma dirigencia estatal.

 

 

Jesús Giles Carmona es uno de los casos que más llaman la atención, pues es uno de los panistas más desprestigiados en estos momentos debido a que avaló todas y cada una de las decisiones de Genoveva Huerta que afectaron a la militancia.

 

Otros como Guillermo Velázquez Gutiérrez y Verónica Sobrado pueden irse despidiéndose de su carrera política, pues han demostrado que no tienen el suficiente capital político como para aspirar a mantenerse dentro del radar electoral.

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