“Paracaidismo”, un problema del desbordamiento de la mancha urbana

“Paracaidismo”, un problema del desbordamiento de la mancha urbana

Foto: Enfoque

La apropiación de terrenos, casas e incluso locales comerciales en Puebla, no es un tema nuevo y es parte del desbordamiento de la mancha urbana principalmente en la capital, lo que ha provocado que varias organizaciones busquen adueñarse de espacios a la mala para beneficiar a cierto número de personas.

 

Sin duda cuando se habla de paracaidistas o del problema de la apropiación de terrenos, es imposible no pensar en la organización Antorcha Campesina, que ahora opera bajo el nombre del Movimiento Antorchista con sus diferentes variantes.

 

Esta organización es la responsable de fundar varias colonias principalmente al norte y al sur de la ciudad de Puebla, todas bajo el mismo sello: la apropiación de terrenos para repartirlos entre sus agremiados y así nutrirse de incondicionales.

 

Más que un gesto de caridad, se trata de un proceso de manipulación y afiliación a su movimiento que a la postre se ve manifestado en prebendas políticas para los dirigentes del Movimiento Antorchista, quienes pueden presumir un “músculo” de miles de poblanos a través de este tipo de acciones.

 

La apropiación de un terreno constituye un delito y más cuando éste tiene dueño, ya que provoca que en algún momento las personas que “aterrizaron” en él y comenzaron a construir alguna vivienda, sean objetos de ser desalojados por el legítimo propietario.

 

Esto ya ha ocurrido en varias ocasiones en colonias como Constitución Mexicana y Balcones del Sur, pero también ha habido casos donde el desalojo ocurre en viviendas ya construidas, como un fraccionamiento ubicado a un costado del periférico ecológico en San Francisco Totimehuacán, donde un grupo de choque tuvo que encargarse del desalojo.

 

La apropiación de terrenos parecía imparable hasta la semana pasada, cuando elementos de la Policía Estatal lograron frenar la apropiación de un predio ubicado en la colonia Villas Albertina, al sur de la ciudad de Puebla, donde desplegaron un operativo para desalojar al grupo de paracaidistas ligados al Movimiento Antorchista.

 

Sí bien estas acciones podrían significar que ya no se tolerará el paracaidismo por parte de este tipo de organizaciones sociales, el problema está lejos de acabar porque aún se practica por particulares.

 

La apropiación de predios constituye un proceso largo en el cual la persona puede llegar a un terreno y adueñarse de él; sin embargo, el principal afectado es el legítimo propietario, ya que deberá emprender una larga batalla legal para acreditar la propiedad y posteriormente para conseguir una orden judicial para ejecutar un desalojo.

 

A menor escala, existen algunos particulares que logran apropiarse de casonas abandonadas en el centro histórico, vecindades o alguna propiedad que haya quedado intestada.

 

También existen casos donde personas en situación de calle se apropian de construcciones abandonadas o locales comerciales para poder improvisar alguna vivienda que les permita cubrirse de las intemperies del clima.

 

En Puebla se han efectuado varios desalojos y recuperaciones de bienes inmuebles; sin embargo, de forma hemerográfica no se encontraron casos donde los responsables de haberse apropiado de un predio y haberlo explotado para su beneficio hayan sido detenidos.

 

Además, el problema de la invasión de predios tiene repercusiones sociales que ahora se pueden ver en juntas auxiliares como San Pablo Xochimehuacán, dónde los damnificados por la explosión de una toma clandestina el pasado 31 de octubre no pueden reclamar una reconstrucción debido a que sus viviendas estaban en lugares prohibidos.

 

En este caso, las personas afectadas no se adueñaron de predios particulares sino de derechos de vía y lugares federales, ya sea por su cercanía con ductos de Pemex o por el paso de las vías del tren.

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