Científicos pretenden modificar genéticamente el arroz para enfrentar el cambio climático

Científicos pretenden modificar genéticamente el arroz para enfrentar el cambio climático

Foto: Pixabay

A fin de enfrentar el cambio climático en temas alimenticios, expertos internacionales emplearán nuevas herramientas de edición genética para desarrollar variedades de arroz que puedan soportar el calentamiento global; sin embargo, la legislación europea podría detener la producción del arroz transgénico.

 

La idea fue propuesta en el marco del Simposio Internacional de Genómica Funcional del Arroz número 18, celebrado en España, que está enfocado en el impacto que tiene el cambio climático en el cultivo de este cereal, y en el que participan industriales, agricultores y científicos de todo el mundo.

 

Al respecto, Blanca San Segundo, profesora de investigación en el Centro de Investigación en Agrigenómica (CRAG), responsable de la organización del congreso, explicó que "el arroz es el principal alimento para mucha población mundial, es un cultivo que, por un lado contribuye al cambio climático, y por otro está especialmente amenazado por el mismo".

 

La experta explicó que en las regiones mediterráneas el cambio climático repercute en el incremento de la salinidad de los suelos, carencia de recursos hídricos y una mayor incidencia de plagas que afectan a los arrozales, por lo cual es necesario usar fertilizantes y pesticidas a fin de mantener niveles altos de producción frente al mercado asiático.

 

En este sentido, destacan los resultados de estudios de secuenciación de genomas de miles de variedades de arroz cultivado y salvaje, y de esta manera conocer la resistencia de la planta a las enfermedades, así como la tolerancia a la salinidad o la calidad nutricional del grano, lo cual puede derivar en nuevas variedades de arroz más sostenibles medioambientalmente.

 

Por ello, San Segundo opinó que “usar la herramienta CRISPR o tijeras de edición genética es absolutamente factible en arroz y puede aportarle muchas ventajas: variedades mejoradas en contenidos de almidón y amilosa, más tolerantes a la salinidad o resistentes a algunos de los patógenos más comunes", así como recuperar las variedades mejor adaptadas a las condiciones ambientales.

 

Sin embargo, Josep Maria Casacuberta, investigador del CRAG y experto en temas de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, explicó que la legislación europea actual rechaza el uso de las nuevas herramientas de edición genómica y además, esta propuesta es "prácticamente inviable por el elevado coste económico y de tiempo, aprobar cultivos editados genéticamente en Europa".

 

No obstante, los expertos aseguran que las modificaciones genéticas que podrían introducirse en los cultivos a través de la herramienta CRISPR podrían ser iguales a las producidas por métodos de mutagénesis tradicionales, considerados seguros por la Directiva Europea.

 

Por último, los científicos coincidieron que "es necesario actualizar esta legislación con base en el conocimiento científico actual, y formar al consumidor para que entienda que las plantas, como nosotros, también tienen genes y mutaciones".

Notas Relacionadas