Tomas clandestinas, ¿cuál es el proceso para sellarlas?

Tomas clandestinas, ¿cuál es el proceso para sellarlas?

Foto: Enfoque

La explosión por una toma clandestina registrada el fin de semana en San Pablo Xochimehuacán, puso en alerta a todos los vecinos de la zona, quienes temen un nuevo suceso de este tipo debido a la existencia de otras tomas clandestinas en la zona.

 

Por ejemplo, el pasado martes los vecinos de Xochimehuacán se manifestaron exigiendo vigilancia en una toma clandestina que fue detectada en noviembre de 2020, y que aunque ya fue sellada temen que pueda ser reabierta por los huachicoleros para volver a extraer gas LP.

 

Dicho esto, surge para muchos la incógnita sobre cuál es el proceso para sellar una toma clandestina y en qué momento deja de ser un riesgo para la población cuando ésta existe en zonas densamente pobladas.

 

Aunque estos procesos son tratados con mucho recelo por parte del personal de Pemex, las constantes tomas clandestinas han provocado que la paraestatal tenga que abrirse un poco más y explicar en términos coloquiales, cuál es el proceso para sellar un ducto que ha sido perforado.

 

En una revisión hecha por Imagen Poblana, se pudo confirmar que los pasos para clausurar una toma clandestina dependen de las condiciones en las que ha sido encontrado el ducto perforado, pues no es lo mismo repararlo cuándo hay fuego de por medio o una fuga, que cuando no hay afectaciones.

 

El proceso para sellar un ducto, tanto de gas LP, como de diésel o gasolina, es básicamente el mismo en términos generales, aunque para un especialista en ingeniería como los que se encargan de hacerlo para Pemex, tiene diferencias en el material empleado, así como en los niveles de presión que debe de tener el ducto al momento de ser reparado.

 

La presión

 

En términos coloquiales se puede decir que para sellar un ducto es necesario que haya poca presión en el tubo, ya que muchas veces las tomas clandestinas son detectadas por derrames incendios o explosiones como la del pasado domingo.

 

El fuego que muchas veces se ve en estas perforaciones ilegales es provocado justamente por el hidrocarburo que sale del ducto a través de la toma clandestina, ya sea de un combustible líquido o gaseoso como el gas LP.

 

La presencia de bomberos ayuda a controlar el fuego pero nunca lo va a erradicar, por lo que el personal de Pemex es el encargado de disminuir la presión en el ducto para que el fuego se extinga y posteriormente pueda iniciar la reparación.

 

Disminuir la presión requiere de un sistema de válvulas, las cuales son colocadas a cierta distancia de la toma clandestina para que se pueda liberar presión de forma controlada y segura, y así evitar que todo se concentre en la perforación ilegal.

 

El número de válvulas o niples que se colocan dependerá de la presión que, se calcula, existe en el ducto, y realizan su función en un tiempo prolongado, por lo que generalmente controlar una toma clandestina con fuga puede durar horas e incluso días.

 

En el caso de Puebla, han existido incendios en tomas destinas en municipios del Triángulo Rojo, dónde el personal de Pemex tarda hasta dos días en liberar la presión para así poder reparar el ducto.

 

La válvula

 

Una vez que la presión ha sido liberada y el fuego prácticamente extinto, el personal de Pemex puede entrar a colocar una nueva válvula, que es la que sellará completamente la toma clandestina, misma que requiere de un sistema especial de bloqueo así como de trabajos de soldadura.

 

El trabajo de sellado de una toma clandestina es básicamente el mismo en todos los casos, sin importar la zona en la cual se localiza, ya sea urbana rural o en zonas densamente pobladas.

 

La diferencia recae en que reabrir una toma clandestina se vuelve un tema delicado, por lo que generalmente los delincuentes no alteran la válvula que coloca Pemex en un proceso de reparación, sino que se perfora una nueva toma cerca de la primera.

 

En el medio rural es más fácil poder tapar el ducto que fue perforado y dejarlo prácticamente cubierto con la tierra; sin embargo, este proceso pocas veces se realiza en un medio urbano, es decir con tomas clandestinas localizadas dentro de casas o predios.

 

Para el personal de Pemex resguardar una toma clandestina en el medio rural es prácticamente imposible, mientras que en el medio urbano puede haber un mayor control debido a que los inmuebles suelen quedar asegurados, aunque como en todos los casos son susceptibles de violaciones por parte de los grupos delincuenciales.

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