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El Día de Muertos es sin duda la celebración cumbre de los mexicanos. Una fiesta llena de color que parece nunca tendrá fin para beneplácito de todas esas ánimas que nos visitan cada 1 y 2 de noviembre.
Pero el Día de Muertos tiene unos datos curiosos que tal vez no conocías y que queremos revelarte, a fin de que se aprecie cada vez más esta genial tradición milenaria.
La “Catrina”, tal como la conocemos actualmente, es obra de Diego Rivera, quien la plasmó por primera vez en su mural “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central”, donde se puede ver una calaverita.
Aunque no se pone en duda que es una tradición milenaria, el festejo de los muertos cambió con la conquista española y se comenzó a celebrar el 1 y 2 de noviembre porque en esos días se acostumbraba a hacer misas, votos, donativos y oraciones para los fieles difuntos.
Esto nos da pie a señalar que la tradición de muertos comenzó en la cultura Mexica, pues de acuerdo a su calendario, en el noveno mes se festejaba a Huitzilopochtli, por lo que las familias hacían vigilia y colocaban altares como recuerdo de los muertos.
De resaltar es que para nuestros antepasados el lugar a donde iban los muertos no dependía de su comportamiento en vida, sino de cómo habían muerto.
De esta manera, el paraíso del Dios de la Lluvia, Tlalocan, era para los ahogados. Omeyacan (paraíso del sol) para los que morían en combate o mujeres en el parto, Chichihuacuauhco para los niños y Mictlán para los que morían de forma natural.
