Amable lector, seguramente en algún momento se ha topado en la televisión o en internet con un programa llamado “Shark Thank”, que en su versión mexicana reúne a pudientes empresarios dispuestos a financiar proyectos empresariales interesantes.
Entre los empresarios mencionados destacaba el finado Jorge Vergara y Arturo Elías Ayub, aunque muchas veces la protagonista era Patricia Armendáriz, que hoy en día es diputada federal de MORENA.
Desde que supe que Armendáriz estaría en la Cámara de Diputados bajo las siglas del partido vinotinto me llamó mucho la atención, pues no es el perfil de político que según quiere mostrar MORENA.
Incluso, vi con buenos ojos que esta empresaria llegara al Congreso, pues tontamente pensé que presentaría un trabajo legislativo diferente y no centrado a los intereses del ocupante de Palacio Nacional.
Pero llegó la decepción. Patricia Armendáriz hoy es la diputada “fifi” de MORENA y la muestra es la indolencia con la que se ha dirigido al pueblo mexicano, todo con la finalidad de defender al presidente López Obrador.
El dar a entender que entre su círculo de amigos (todos ellos pudientes) no hay casos de desabastecimiento de medicamentos contra el cáncer es, perdón la palabra, una mentada de madre a todos esos niños y padres de familia que no pueden recibir su tratamiento contra esta enfermedad.
Obviamente, Armendáriz demostró que vive en una burbuja de privilegio, algo que tanto critica MORENA, que no le permite ver más allá de lo que sucede en los grandes fraccionamientos del país.
Y qué decir de la minimizada que le dio al retraso en la construcción del nuevo IMSS “San Alejandro”, sin siquiera tomar en cuenta que miles de poblanos viven un auténtico infierno al buscar atención médica sin tener a disposición este hospital.
¿Qué va a decir? ¿Que su grupo de amistades no tiene problemas para tener acceso a unos servicios de salud de calidad?
La diputada Armendáriz debería tener presente que ninguno de esos mexicanos a los que ha rebajado tienen los millones de pesos disponibles para pagar un tratamiento o atención en un hospital particular.
Y es que, diputada Armendáriz, hay un México con muchos problemas que ni el presidente ni la “bendita” 4T quieren ver y escuchar. (Foto: Debate)
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