El Semefo, la verdadera experiencia de convivir con la muerte

El Semefo, la verdadera experiencia de convivir con la muerte

Foto: Enfoque

La temporada de Muertos es una oportunidad para que la gente pueda estar en contacto con la muerte en un plano cultural y espiritual; sin embargo, hay un lugar en Puebla donde la gente está en contacto con ella todos los días del año.

 

Hablamos del Servicio Médico Forense (Semefo) de Puebla, un inmueble dedicado a recibir los cuerpos de víctimas mortales de accidentes, suicidios o hechos delictivos, para descubrir qué fue lo que pasó con ellos en los últimos minutos de su vida.

 

El inmueble ubicado en la 11 Sur número 11906, en la colonia Guadalupe Hidalgo de la ciudad de Puebla, es el referente del Semefo en la época moderna, instalaciones que tienen más de 16 años de historia desde su inauguración en mayo de 2005.

 

Por 15 años, este servicio estuvo a cargo del Poder Judicial del Estado, pero a partir de una reforma legislativa su operación pasó a manos de la Fiscalía General del Estado a partir del 6 de marzo del 2020; sin embargo, conserva el mismo fin para el que fue construido.

 

En su edificación original, el Semefo estaba pensado para albergar apenas 30 cadáveres, pero el tiempo y las condiciones de violencia que fueron llegando a Puebla provocaron que esa capacidad fuera insuficiente para la capital del estado y su área metropolitana.

 

A pesar de ello fue hasta noviembre de 2018 que empezó la remodelación más importante del inmueble, que le brindó una mejora en el equipamiento pero también en el almacenamiento de los cuerpos.

 

En diciembre del año pasado, la Fiscalía General del Estado cerró su primer año al frente del organismo con un reordenamiento de los cuerpos, informando que tuvo que trasladar 316 cuerpos que estaban en el Semefo, a un cementerio forense en el panteón de La Piedad.

 

A pesar de los 316 cuerpos que fueron reubicados, la Fiscalía General del Estado cerró el 2020 con 171 cuerpos almacenados en sus instalaciones, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

 

Los secretos de las necropsias

 

Los cuerpos que están bajo resguardo de la Fiscalía General del Estado en el Semefo, permanecen ahí porque no han sido identificados, pero al ser víctimas de algún delito, no pueden ser enviados a una fosa común, por lo que la autoridad tiene que encargarse de su resguardo.

 

Los restos deben pasar por una de las actividades principales del SEMEFO que es la necropsia o autopsia, un proceso médico que permite establecer, principalmente, la causa de muerte de una persona.

 

Este procedimiento se convierte, en el ámbito pericial, en la llave de una caja de secretos, pues no solamente permite conocer la causa de muerte, sino que permite saber detalles sobre el tiempo que la víctima lleva muerto, si fue torturado, si padecía alguna enfermedad, entre otras cosas.

 

En una autopsia, se puede establecer una mecánica de lesiones. Este dictamen permite saber, por ejemplo, si una persona que tenía impactos de bala, en verdad murió por los disparos o si al momento en que los recibió ya no tenía signos vitales.

 

Esto se convierte en información importante para la resolución de un crimen, también permite confirmar si una persona en verdad se suicidó o si fue víctima de un delito, lo que al final devela muchas situaciones que ayudan a encajar algunas piezas en un caso.

 

De ahí la importancia del trabajo que llevan a cabo los trabajadores del Semefo, que a diario conviven con la muerte sin importar que sea temporada, o no.

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