
Los anafres pueden ser, para muchas familias, una alternativa para mitigar los fríos extremos de la temporada invernal; sin embargo, por las noches pueden convertirse en un asesino silencioso por el monóxido de carbono que genera la combustión.
Esto ha cobrado la vida de varias personas en temporadas invernales pasadas. Incluso, este año ya se han generado casos en los que las víctimas suelen ser generalmente familias de escasos recursos u originarias de áreas rurales, según datos hemerográficos revisados por Imagen Poblana.
Aunque la temporada invernal está por empezar con la llegada de varios frentes fríos, hay que señalar que este año ya ha habido muertes por intoxicación con monóxido de carbono emitido por anafres, usados por familias para calentar sus hogares.
Fue el 24 de marzo pasado cuando una pareja de adultos mayores muró intoxicada por monóxido de carbono al dejar prendido un anafre con la intención de calentar su hogar, en el municipio de Santa Rita Tlahuapan, en la región de San Martín Texmelucan.
En otros casos, el desenlace no fue trágico, pero no deja de llamar la atención, como ocurrió el 11 de octubre del año pasado, cuando una familia de tres menores de edad y dos adultos terminó intoxicada en la colonia Revolución Mexicana al prender un anafre en su casa porque tenían frío.
A fin de tratar de mitigar los efectos del crudo invierno, las autoridades estatales instalaron el año pasado un total de 65 albergues en municipios marginados, a fin de que las familias que lo necesitaran pudieran refugiarse ahí del frío por las noches.
Para esta temporada invernal las autoridades estatales y municipales no han dado detalles si también se habilitarán albergues para apoyar a las familias que más lo necesitan; sin embargo, el panorama de pobreza en el estado es preocupante.
Al menos una quinta parte de la población en Puebla está en riesgo de terminar intoxicado por el uso de un anafre o un fogón en Puebla, pues resulta que de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), ese sector usa estos objetos para actividades diarias como la cocina.
Ante la ausencia de instalación de gas LP, durante el 2020 hubo 1’521,000 poblanos que usaron el carbón o la leña para cocinar en fogones, braceros o anafres, por lo que se vuelven en la primera herramienta para intentar mitigar el frío durante el invierno.