Poca civilidad de aficiones, una constante en eliminatorias mundialistas

Las eliminatorias para el Mundial de Qatar 2021, sobre todo en el Continente Americano, están marcadas por un constante mal comportamiento de las aficiones en los estadios, lo que ya provocó sanciones por parte de la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA).

De todos conocido es que México tiene un problema muy marcado con el grito homofóbico que se da constantemente en los estadios, más cuando juega la Selección Nacional de México, problema que incluso se deja ver en duelos del Tricolor que se llevan a cabo en Estados Unidos.

Si bien es cierto que este grito debió ser erradicado desde hace mucho tiempo y se sigue presentando gracias a la marcada desobediencia de la afición mexicana, también es una realidad que otras aficiones tampoco son buen ejemplo del llamado “Fair Play”.

Y lo anterior se pudo ver precisamente el pasado miércoles en el encuentro entre la Selección Nacional de El Salvador y la Selección Mexicana, duelo desarrollado en el Estadio Cuscatlán de San Salvador.

Los insultos racistas y la caída de objetos de la tribuna hacia los jugadores mexicanos fue una constante durante los 90 minutos, situación que resulta en cierta medida más peligrosa que un grito de los aficionados, pues con los objetos arrojados se puede lastimar a algún futbolista u otro aficionado.

La homofobia que tanto se ha condenado en las tribunas mexicanas se hizo presente en la afición de Panamá en el duelo eliminatorio ante Costa Rica, pues todo el juego se escucharon cantos de este tipo en contra del rival.

En las eliminatorias de la CONMEBOL también se dieron hechos que lamentar, específicamente por parte de la afición chilena, dando una mala imagen en el encuentro disputado a principios de septiembre ante Brasil.

Los fanáticos de “La Roja” no pararon en insultos racistas en contra de diversos jugadores de Brasil, acto que ya fue condenado y sancionado por la misma FIFA.

Aunque es cierto que lo que sucede en México es algo alarmante, también se debe señalar que parece menor a lo que se deja ver en estadios de otras latitudes de América, donde se pasa del insulto a la discriminación y posteriormente a la violencia.