
En toda ciudad del tamaño de Puebla capital, las obras públicas son de suma importancia debido al crecimiento que va tomando cada urbe; no obstante, muchas veces la misma sociedad es el obstáculo para el desarrollo de las ciudades.
Y es precisamente en Puebla donde se está tomando una nueva mala costumbre que consiste en que la misma sociedad busca frenar obras, muchas de estas necesarias para mejorar la movilidad o garantizar la seguridad de las personas.
Ejemplo claro es lo que sucede en estos momentos en el Mercado Amalucan, un centro de abastos vetusto que requiere de una obra integral debido al riesgo que representa para locatarios y clientes que acuden a este lugar.
#LAMENTABLE ????♂️
— Imagen Poblana (@imagenpoblana) September 14, 2021
Pese a que el #MercadoAmalucan podría tener el mismo destino que el Chiquihuite, los locatarios continúan obstaculizando la remodelación de este centro de abastohttps://t.co/j1k4tPyZfA
Pese a la necesidad de estas obras, los locatarios de este mercado se oponen rotundamente a la remodelación de este centro de abastos, dejando ver intereses que van más allá de la seguridad de comerciantes y locatarios.
En la colonia San Manuel, vecinos de esta demarcación se han opuesto a la construcción de una ciclopista debido a que reduce el espacio de carriles en las vialidades e incluso retiraron por su cuenta los topes que delimitan esta ciclovía.
#ReporteImagen????
— Imagen Poblana (@imagenpoblana) September 27, 2021
Después de que vecinos de la colonia San Manuel impidieran la colocación de separadores de carril de ciclovía, estos permanecen amontonados sobre la banqueta. Cc @CICPue
???? Enfoque pic.twitter.com/3iLyE94MOR
En tanto, en la colonia México 83 los habitantes de la zona se oponen a las obras programadas en un parque, afirmando que hay irregularidades que no hacen viables estos trabajos.
Lo criticable de este asunto es que amas de casa, profesionistas de otro tipo, jóvenes e incluso personas sin oficio se presumen conocedores de temas que solo competen a expertos como ingenieros o arquitectos.
Muchas veces, los argumentos que ponen estas personas son muy vacíos y denotan ignorancia; sin embargo, como son mayoría logran que las obras no se lleven a cabo, aunque esto represente un retroceso en el desarrollo de la ciudad.
No obstante, tampoco se debe dejar de lado la otra cara de la moneda, donde algunas autoridades promueven obras solo para justificar presupuesto y muchas veces son totalmente innecesarias, dejando de lado acciones que sí beneficiarían a la sociedad.