Zyanya Figueroa: tres años de una pelea por la verdad

Zyanya Figueroa: tres años de una pelea por la verdad

Foto: Enfoque

El 16 de mayo de 2018 la familia Figueroa Becerril sufrió un vuelco en su vida, cuando recibieron la noticia de que su hija Zyanya, de 26 años, había decidido quitarse la vida en su domicilio; sin embargo, la familia no se quedó conforme y descubrió que su hija había sido víctima de "mobbing' –acoso laboral– cuando era médico residente del Hospital del Niño Poblano.

 

Zyanya nació en la Ciudad de México pero en 2017 llegó a Puebla para hacer una residencia en pediatría en el Hospital del Niño Poblano, para lo cual rentó un departamento en el Fraccionamiento Real de Zavaleta, muy cerca del nosocomio, a fin de que pudiera desplazarse más rápidamente.

 

Ese 16 de mayo sus compañeros vieron que no llegó a su turno en el hospital y por ello decidieron ir a buscarla al departamento número 39-B de la Avenida Real de Zavaleta, donde encontraron su cuerpo en el baño del departamento.

 

La joven doctora estaba colgada de un tubo, en el lavabo había tijeras y jeringas, una escena completa que, al menos en un inicio, no dejaba duda de que se había tratado de un suicidio.

 

La escena se redondeó con una carta póstuma que su roomie Karen encontró en su cuarto, donde supuestamente la doctora pedía perdón por haber tomado la "puerta falsa"; sin embargo, nada de esto bastó para que sus padres se quedaran conformes con el resultado de las investigaciones.

 

La confrontación de la versión oficial

 

En agosto de 2018 los padres de Zyanya, Martín Figueroa Torres y María Patricia Becerril Gómez, ofrecieron una rueda de prensa desde la Ciudad de México, donde confrontaron la versión oficial de la Fiscalía General del Estado de Puebla, argumentando inconsistencias del caso.

 

Los papás de Zyanya señalaron que la joven era introvertida pero no era capaz de suicidarse, por lo que comenzaron a exhibir que su hija tenía lesiones que no correspondía a la causa de muerte ni encajaban con un suicidio.

 

En los siguientes meses, los papás de Zyanya comenzaron a buscar peritajes externos que comenzaron a revelar inconsistencias en las diligencias hechas por la Fiscalía, por ejemplo, la pérdida o alteración de evidencia.

 

El celular de Zyanya quedó bajo custodia de la Fiscalía pero fue alterado y su familia se dio cuenta de ello en septiembre de 2018, fecha en la que también la Fiscalía les informó que había sido perdido.

 

La carta y el resguardo del departamento

 

Otro de los hallazgos que hizo la familia es que la carta póstuma, que estuvo a resguardo de la Fiscalía, presuntamente no correspondía a la letra de Zyanya, lo que para la familia de la doctora era una prueba evidente de que ella no se había suicidado.

 

En ese momento la familia empezó a presionar a la Fiscalía General del Estado para llevar a cabo una reconstrucción de los hechos, por lo que a través de amparos y acuerdos se logró que esta diligencia se llevara a cabo, aunque se tuvo que postergar en dos ocasiones.

 

La reconstrucción de los hechos se hizo a contrarreloj debido a que el dueño de la casa ya había exigido que le devolvieran el inmueble, por lo que incluso la familia tuvo que hacer una manifestación en la Fiscalía para que se llevara a cabo.

 

Fue el 21 de mayo pasado cuando la familia protestó en la Fiscalía General del Estado y se originó un conflicto, donde el personal de este organismo golpeó y lanzó has lacrimógeno a los manifestantes, por lo que el caso fue atraído por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

 

Habrá revisión del caso

 

Entre los recursos legales presentados por los padres de Zyanya está un amparo mediante el cual lograron que el juez de control de la causa analice, nuevamente, la solicitud de los padres de la víctima para que el caso sea investigado con perspectiva de género.

 

En la audiencia que se llevó a cabo este 28 de septiembre, tres años después de que Zyanya fue hallada muerta, el juez de control ordenó a la Fiscalía abrir nuevamente la investigación para incluir todos los indicios y confirmar, o descartar, la hipótesis del suicidio.

 

Los padres de la víctima y colectivos feministas que se han unido a esta causa buscan que en caso de que la Fiscalía acepte que no fue un suicidio, se pueda enfocar en buscar al responsable de la muerte de Zyanya y así empezar una indagatoria por feminicidio.

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