A pesar de que Puebla está dentro del llamado corredor de la trata por su cercanía con el municipio de Tenancingo en el sur de Tlaxcala, la entidad poblana ocupa el quinto lugar nacional en denuncias por trata de personas, en lo que va del presente año.
En el marco del 23 de septiembre, Día Internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres, Niñas y Niños, Imagen Poblana hace un recuento de cómo Puebla busca combatir este problema cultural y social.
La incidencia
De acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp), entre enero y agosto de este año Puebla registró 32 carpetas de investigación por el delito de trata de personas.
Esto quiere decir que en los primeros ocho meses de este año la entidad ya abrió 30 carpetas de investigación más de las que abrió en el mismo período pero del 2020, pues entre enero y agosto del año pasado apenas fueron dos casos.
En el contexto nacional, Puebla se ubica en el quinto lugar por número de carpetas de investigación, por debajo de Baja California (40); Ciudad de México (56); Nuevo León (82); y Estado de México (114).
Estos cinco estados acumulan 324 carpetas de investigación por el mencionado delito, las cuales equivalen al 74.1 por ciento del total de casos registrados a nivel nacional, que entre enero y agosto fueron 437, según los datos del Sesnsp.
A pesar de su problema histórico con la trata de personas y explotación sexual de mujeres, destaca que el estado de Tlaxcala apenas registra una denuncia por trata de personas en este 2021.
El combate
La diferencia entre casos de trata de personas reconocidos oficialmente por el Sesnsp, entre estados vecinos que forman parte de un mismo corredor, como lo son Puebla y Tlaxcala, solamente se explica por la forma en la que se combate el delito.
De acuerdo con fuentes extraoficiales consultadas al interior de la Fiscalía General del Estado, el problema de la trata de personas en Puebla tiene números más altos en carpetas de investigación, debido a que es un delito que se denuncia y se investiga, a diferencia de lo que está ocurriendo en Tlaxcala.
Señalaron que el problema de la trata de personas se manifiesta en la prostitución de mujeres que está a la vista de todos en calles del centro histórico de Puebla, pero que también tiene detrás un problema de crimen organizado y lavado de dinero.
Las fuentes consultadas explicaron que las investigaciones por narcomenudeo han permitido detectar a bandas que operan la explotación sexual de mujeres en el primer cuadro de la ciudad.
Cómo ejemplo, se puede recordar el operativo llevado a cabo el 30 de octubre de 2020 en un hotel de la 14 Poniente, donde fueron detenidos dos hombres y una mujer, además de que se rescató a 19 víctimas de explotación sexual.
Los detenidos, identificados como Juan Manuel N., Wiliulfo N. y Virginia N., se dedicaban a la distribución de estupefacientes pero también administraban los turnos para servicios sexuales en este hotel, por lo que fueron aprehendidos, primero por narcomenudeo y después por lenocinio.
Aunque los operativos para cerrar los centros de trata de personas en Puebla han ido a la baja, tanto por parte de las autoridades federales como estatales, la denuncia ha permitido que este delito se siga combatiendo.
¿Cómo operan los 'padrotes'?
Las denuncias por parte de las víctimas han permitido confirmar que los tratantes, lenones o padrotes, como coloquialmente se les conoce, continúan operando de la misma forma en la que lo han hecho históricamente.
Según los mismos testimonios difundidos por la Fiscalía General del Estado, las víctimas siguen siendo captadas a través del enamoramiento, pues primero sus explotadores buscan hacerlas sus parejas y, posteriormente, explotarlas sexualmente.
Uno de estos casos es el que sufrió "Nina", cuyo nombre real fue alterado para proteger su identidad, pero que a través de su denuncia se logró detener a su explotador sexual en abril de este año.
La víctima, narró a las autoridades que su martirio comenzó en julio de 2016 cuando conoció a Andrés N. en una fiesta en San Pablo del Monte, Tlaxcala, donde comenzaron a platicar ante la insistencia de este hombre.
Posteriormente, Andrés siguió buscando a "Nina" y en cuestión de semanas le pidió que ambos se fueran a vivir juntos al Barrio de Tlatelpango, en el mismo municipio de San Pablo del Monte, que a su vez colinda con el mítico Tenancingo.
En septiembre del 2016, según narró la víctima, Andrés comenzó a insinuarle a "Nina" que la forma de salir adelante sería ayudándole con los gastos, proponiéndole que la forma se hacerlo sería ofreciendo servicios sexuales en la ciudad de Puebla.
Fue así que la víctima comenzó a prostituirse, entregando todo el dinero que ganaba a Andrés, quien en marzo del 2018 embarazó a "Nina", teniendo a su primera hija en diciembre de ese año, pero solo pudo estar con ella cuatro meses, pues después fue obligada a regresar a la prostitución.
A finales de 2019 "Nina" volvió a embarazarse de Andrés y en agosto de 2020 nació su segundo hijo, pero para septiembre nuevamente ya estaba en hoteles de la capital poblana para ofrecer servicios sexuales.
Fue así que cansada del maltrato físico, psicológico y económico, así como el temor de perder a sus hijos pues solamente la dejaban verlos el día jueves, "Nina" decidió denunciar el caso ante la Fiscalía General del Estado.
Este modus operandi es el más común por parte de los tratantes, quienes primero enamoran a la víctima y después suelen tener hijos con ellas para que a través de ellos tengan un mayor control sobre las mujeres, condicionando el tiempo con ellos con el trabajo y el dinero que obtienen de la prostitución.
Aunque en muchos casos las víctimas se quedan en el país para ser explotadas, en otros casos las víctimas son enviadas al extranjero, donde se vuelve más difícil que puedan regresar a sus hogares.
