Orestes Arencibia y su esposa Noemí han convertido la azotea de su casa en un “Arca de Noé” botánica para preservar de la devastación a numerosos géneros de plantas.
La morada, ubicada en un barrio habanero, alberga a más de 250 especies de orquídeas, helechos y suculentas en una superficie que apenas sobrepasa los 40 metros cuadrados.