Cajas de ahorro fraudulentas: cuando la ambición de incautos rompe el saco

Cajas de ahorro fraudulentas: cuando la ambición de incautos rompe el saco

Foto: Enfoque

Cuando se escuchan las palabras Sitma, Invergroup o cajas de ahorro, es imposible no pensar en fraude, principalmente si vive en Puebla y tiene un familiar, amigo o vecino que entre el 2009 y 2010 fue víctima de los hermanos Leonardo y Edmundo Tiro Moranchel.

 

Sin embargo, este popular caso de fraude no es el único ni el último que se comete en Puebla, demostrando que la gente continúa confiando en empresas que ofrecen rendimientos por arriba de una sociedad bancaria acreditada, solo por invertir dinero y sin tener que mover un dedo.

 

Uno de los casos más recientes se dio a conocer esta semana cuando la empresa financiera AE CAPITAL S.A. de C.V. fue denunciada por fraude, por novena ocasión, ante la Fiscalía General del Estado (FGE) de Puebla. Los agraviados invirtieron ahorros, casas o vehículos, a cambio de rendimientos mensuales del 3 al 4 por ciento, que cierto día dejaron de pagarse.

 

A continuación, Imagen Poblana hace un recuento sobre algunos de estos hechos de fraude emblemáticos, cuyos afectados siguen, en la mayoría de los casos, sin recibir justicia, pues no se les ha reparado el daño causado por los embaucadores.

 

El caso Sitma-Invergroup

 

Corría el año de 2009 cuando se destapó la cloaca de las empresas Sitma e Invergroup, propiedad de los hermanos Leonardo y Edmundo Tiro Moranchel. Las primeras acusaciones de 9,000 poblanos por fraude de 900 millones de pesos, solo develaban la punta de un fraude que se cometió contra más de 30,000 personas.

 

De las primeras denuncias presentadas durante el 2009, aproximadamente 7,000 fueron en contra de Sitma, mientras que el resto fueron para Invergroup, firmas que operaban con un mismo esquema piramidal y ofrecían ganancias por invertir dinero en un supuesto desarrollo inmobiliario.

 

Tras la mediatización del caso de fraude, rápidamente comenzaron a surgir más víctimas de esta empresa que poco a poco había ido permeando en la sociedad poblana con una avasalladora estrategia publicitaria en radio, televisión y espectaculares.

 

Fue así que en mayo de 2010, la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado de Puebla logró la detención de los hermanos Tiro Moranchel, con lo que también empezó el tortuoso andar de las víctimas, que reclaman su dinero.

 

Dentro del proceso judicial, los hermanos Tiro Moranchel fueron sentenciados en enero del 2013 a una pena de 10 años de prisión por el delito de fraude en los procesos penales colectivos 33/2009 y 364/2009, en contra de 168 personas defraudadas.

 

Posteriormente, el 10 de abril del 2017 se dictó una nueva condena contra Edmundo y Leonardo Tiro Moranchel, la cual estipuló otra pena por 15 años y 9 meses de prisión, así como una multa de 582,000 pesos por concepto de reparación del daño.

 

La última sentencia de este caso fue dada a conocer en junio pasado y consta de una pena privativa de la libertad de 12 años 10 meses de prisión, así como una multa de 1,249 días de salario mínimo, a cada uno.

 

Durante los años de prisión en el Cereso de San Miguel, Leonardo Tiro Moranchel ha tratado varias veces de dar su versión a través de llamadas a noticieros radiofónicos, incluso ha intentado hacer cartas compromiso para reparar el daño, a cambio de que sus víctimas le otorguen el perdón.

 

Los hermanos Tiro Moranchel han sido acusados de continuar defraudando aún dentro de prisión, a través de terceras personas que se dedican a vender predios sin escrituras, una práctica recurrente en ellos, pues la mayor parte del patrimonio que obtuvieron con Sitma e Invergroup lo mantienen a través de prestanombres.

 

Bienestar Social La Paz

 

Aunque Sitma e Invergroup fueron un parteaguas, antes de ese fraude los poblanos ya tenían experiencia de un hecho similar a través de la caja de ahorro Bienestar Social La Paz, un caso que se dio a conocer en noviembre del 2009.

 

Este fue un fraude de menor magnitud, pues oficialmente fueron reconocidas únicamente 1,227 personas, aunque extraoficialmente se estimaba que había más de 2,500 víctimas que invirtieron sus ahorros y finalmente no recuperaron su dinero.

 

A diferencia de cómo ocurrió con Sitma, en este caso el tipo de constitución que tenía Bienestar Social la Paz permitió que las personas que fueron reconocidas legalmente como defraudados pudieran cobrar indemnizaciones, además de que casi la mitad de las víctimas era de un municipio indígena como Tetela de Ocampo.

 

El Hombre del Millón

 

Alejandro Escalona Castañeda, famoso por autodenominarse “El Hombre del Millón”, estuvo al frente de un fraude de gran escala que logró, rápidamente, concentrar un número importante de víctimas a través de pequeñas empresas que ofrecían franquicias fantasmas, con rendimientos por su operación que dejaron de ser pagados unos meses después de su contratación.

 

“El Hombre del Millón” construyó una imagen de éxito a su alrededor, publicando videos donde vestía de forma estrafalaria y presumía de viajes, joyas y automóviles deportivos, invitando a la gente a ser parte de su éxito a través de su agencia Franquicias Élite.

 

Desde una oficina en Sonata, en Lomas de Angelópolis, ofrecía a sus defraudados un modelo de negocio que les daría el 10 por ciento de utilidad sobre un monto invertido de 100,000 pesos, para operar franquicias de lavado de autos en seco, facturación electrónica, restaurantes, entre otras.

 

El escándalo fue destapado en 2017 cuando los accionistas dejaron de recibir ganancias y sus empleados empezaron a denunciarlo por despido injustificado, acoso sexual, acoso laboral y atraso en sus pagos.

 

En octubre de 2018, la autoridad ministerial de Querétaro lo detuvo derivado de una denuncia colectiva de más de 1,200 personas, quienes invirtieron su capital en la empresa Franquicias Élite y que se estima perdieron más de 30 millones de pesos.

 

Aunque Alejandro Escalona también cuenta con denuncias penales en Puebla, a tres años de su detención no se les ha dado seguimiento y los agraviados continúan a la espera de que se les restituya su patrimonio.

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