William Osman, un youtuber estadounidense, decidió fabricar su propia máquina de rayos X luego de pagar una factura de hospital por 69,210 dólares tras practicarse un estudio radiográfico, y así no requerir más de este servicio de salud.
A pesar de que los expertos no recomiendan estas prácticas fuera de un centro sanitario por el riesgo de padecer cáncer, el youtuber quiso comprobar si sería más barato fabricar su propia máquina de rayos X casera y así ahorrase miles de dólares.
El también ingeniero, conocido por sus excéntricos proyectos que mezclan ciencia, ingeniería y entretenimiento, publicó un video la semana pasada en el que describe los materiales que el estadounidense usó para crear el dispositivo.
Para ello tuvo que conseguir un tubo de rayos X que le costó 115 dólares; una máquina de rayos X dental rota, que compró a través de eBay; un rollo enorme de hoja de plomo; unos cuantos contenedores Geiger y un suministro eléctrico que proporciona hasta 60,000 voltios.
Según el video que publicó, todos estos elementos adquiridos le costaron menos de lo que pagó por la radiografía. Sin embargo, Osman alerta de los peligros que hay detrás de los rayos X caseros, y asegura que “es el artilugio más peligroso” que ha fabricado.
La radiación de estas máquinas es tan grande que algunos departamentos sanitarios han desarrollado un registro de pruebas de diagnóstico de la imagen, a fin de conocer la dosis de radiación que una persona puede acumular.