Ante la evidente clandestinidad con la que operan los taxis piratas en el Periférico Ecológico de Puebla, a la vista de todos, los usuarios son los que se arriesgan cada vez que deciden abordarlos, pues además de que el conductor puede ser un cafre, también puede que sea un narcomenudista o un asaltante.
Este servicio de transporte, que supone una alternativa al pésimo servicio que ofrece la Ruta Periférico pese a la alta demanda de transporte para los habitantes de las colonias emergentes en la periferia del área metropolitana, es controlado principalmente por Antorcha Campesina, quien ha tarifado los servicios de los 10 a los 30 pesos.
Su origen
La desaparición de la primera ruta Bicentenario, creada en el sexenio de Mario Marín Torres, trajo consigo el nacimiento de los taxis piratas, cuyos conductores comenzaron a ofrecer viajes del Bulevar Forjadores a la 11 Sur y de ese punto a Ciudad Universitaria, por una tarifa de 10 pesos.
De cinco a seis pasajeros por automóvil, se volvieron en una alternativa más rápida, pero a su vez más insegura, por lo que los operativos en su contra comenzaron a aparecer y con ello la frecuencia del servicio que se mantuvo de forma cada vez más clandestina.
Con el auge de la plataforma Uber, Cabify y DiDi, los automóviles colectivos sin rótulos comenzaron a brindar este servicio, pero también se extendió su recorrido y el viaje colectivo podía salir hasta en 40 pesos por persona, en los trayectos más largos.
La aceptación de la gente por los taxis piratas les permitió alcanzar un nivel de estructura similar al de una línea de transporte legalmente constituida, por lo que se colocaron casetas o simples lonas para ser usados como bases a lo largo del Periférico Ecológico.
En los principales destinos del Periférico Ecológico como el Bulevar Forjadores, la 11 Sur, el Bulevar Valsequillo y, desde luego, la Vía Atlixcáyotl; hay personal que cobra el peaje a los usuarios y ofrece el servicio aprovechándose de la demora de los camiones de la Ruta Periférico.
La demanda provocó la inserción de más vehículos intentando ofrecer el servicio, por lo que los conductores han encontrado protección de organizaciones como Antorcha Campesina, que se ha apropiado de algunas bases y se encarga de ahuyentar a los choferes que no están dentro de su esquema.
El riesgo para los usuarios
Si bien este servicio de transporte les permite a los usuarios desplazarse con mayor velocidad por el Periférico Ecológico, también es un riesgo latente para ser víctima de un delito o de un trágico accidente, donde no haya nadie a quien reclamarle o quien se haga responsable.
Una de las principales afectaciones es que, pese a que varios de los vehículos que brindan este servicio están dados de alta en alguna plataforma de transporte ejecutivo, los servicios que hacen bajo esta modalidad no se llevan a cabo dentro de la plataforma, por lo que Uber o DiDi no se harían responsables de algún accidente.
Esto ya ha ocurrido, pues en marzo de este año un fatal accidente ocurrió en la autopista Puebla-Atlixco, donde un vehículo que brindaba servicio de transporte pirata, chocó y volcó, dejando un saldo de dos muertos y dos heridos de gravedad.
Un mes después, algo similar ocurrió en la carretera federal a Atlixco, donde un conductor se estrelló contra un árbol ubicado junto a la vialidad, provocando la muerte de la mujer que con él viajaba y que presuntamente uso el servicio para llegar a su trabajo.
Tu chófer puede ser un delincuente
Pese a que el riesgo de sufrir un accidente es inminente, no importa si el transporte es público o privado, lo cierto es que la situación con los taxis piratas es que tampoco hay certeza sobre la persona que va al volante.
El pasado 17 de agosto, la Secretaría de Seguridad Pública Estatal informó que sobre el Periférico Ecológico, a la altura de Flor del Bosque, fueron detenidos dos conductores que además de dar servicio de taxi pirata, llevaban consigo armas de fuego y drogas.
Los delitos en los que se han visto involucrados los conductores de estos vehículos también involucran asaltos en contra de los pasajeros, quienes suelen ser abandonados a medio trayecto cuando fueron despojados de sus pertenencias.
Asimismo, el uso de armas de fuego ha salido a relucir en conflictos como el de julio del año pasado, cuando taxistas de este esquema, de diferentes corporaciones, se enfrentaron a golpes, pedradas y balazos por el control de la base que se ubica en la Vía Atlixcáyotl.
Aunque en múltiples ocasiones la Secretaría de Movilidad y Transporte ha tratado de erradicar este problema, la realidad es que la dependencia se ha visto rebasada y por ello diariamente decenas de vehículos ofrecen este tipo de servicio a lo largo del Periférico Ecológico y vialidades aledañas.
