Mucha preocupación causa las noticias que llegan de Afganistán, no sólo por lo que representa los retrocesos en los derechos de las mujeres, que ya con ello sería suficiente; para muchos, muchas, sólo recordar los crímenes terribles y sangrientos en los atentados terroristas documentados en diversas partes del mundo que señala a los talibanes como sus autores. Preocupa.
Un centro de oración musulmán en la provincia de Ghazni bombardeado, murieron todos; contra la embajada de España en Kabul; los ataques que sufrió Malala Yousafzai, quien años después obtuvo el Premio Nobel de la Paz a sus entonces escasos 17 años; y aún presente la angustia que nos provocó las imágenes televisivas de aquella mañana cuando vimos caer las Torres Gemelas en Nueva York, si bien no se aclaró si fueron los responsables directos, sí fue documentado que los talibanes fueron los principales aliados de Osama Bin Laden y el grupo terrorista Al Qaeda que cometió el atentado. Y lo comento porque ese día muchos mexicanos y paisanos poblanos murieron en ese atentado terrorista.
Incertidumbre mundial sin duda, que en México suma a las muchas incertidumbres que nos genera el gobierno federal y sus decisiones insostenibles por inentendibles, como la desaparición de un fondo económico creado en 1996 para ayudar a las poblaciones afectadas por fenómenos naturales. Apenas el pasado 28 de julio la Secretaría de Hacienda (SHCP) oficializa su extinción con la publicación en el Diario Oficial de la Federación (DOF), sin haber previsto un programa que responda a las emergencias que se presentan por fenómenos naturales.
Del Fondo de Desastres Naturales (FONDEN) salían los recursos inmediatos para enfrentar emergencias. Los gobiernos de los Estados podían acceder a recursos públicos en poco tiempo, para rápidamente atender la reparación o reconstrucción de la infraestructura y de los bienes de las comunidades y las personas afectadas.
El fin de semana en el estado de Puebla y en otras entidades federativas, el paso del huracán “Grace”, nos ha dejado daños diversos en las sierras Norte y Nororiental. Se ha documentado la pérdida de vidas.
Las carreteras estatales de esa región de por sí con una gran falta de mantenimiento, han quedado mayormente afectados, y ya se documenta que 43 municipios presentan daños y continúa el recuento de los mismos.
Si de por sí el gobierno federal ha reducido los recursos públicos para los Estados y éstos a su vez para los municipios, ¿de dónde van a poder responder ahora los gobiernos para ayudar a las familias afectadas y a estas comunidades?
Inentendibles las decisiones del gobierno federal que supuestamente abandera el “primero los pobres”, pero que justo este sector es el que resulta mayormente afectado cuando se trata de desastres naturales.
Tampoco ha preocupado al gobierno federal el campo. Si tan solo comparamos los recursos públicos que se han recortado a este sector, de 75 mil millones de pesos de tenía en 2013; hoy solo cuenta con un presupuesto de 49 mil millones de pesos.
El campo tampoco es prioridad en este gobierno federal y eso que “primero los pobres”.
Lo que sí se ha evidenciado es que lo único que le importa a este gobierno es mantener su nivel de “popularidad” distrayendo, mintiendo o cometiendo vergonzosos actos de simulación, como el del diputado federal Saúl Huerta. Casi cuatro meses después de las denuncias de violación y abuso sexual en contra de menores, la mayoría del partido oficial morena en Cámara de Diputados “pudo” celebrar la sesión para retirarle el fuero.
¿Combate a la impunidad? Y el prestigio y la eficacia de la función pública. Sólo un discurso. Una narrativa populista.
Bien se dijo: “no hay peor caso que un líder que se aferra a su propia verdad, a su propia razón, cuando la evidencia señala lo contrario”.
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Palabra de Mujer Atlixco
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