A partir de este lunes, Puebla regresará a color rojo en el semáforo epidemiológico de la Federación, luego del aumento considerable de contagios de COVID-19 que se ha presentado en los últimos días en la entidad, sobre todo en Puebla Capital.
El pasado 20 de agosto, Puebla rompió récord de contagios en un solo día al registrar 863 nuevos casos, lo que se debe tomar algo muy preocupante, sobre todo por el casi nulo envío de vacunas para los poblanos por parte del Gobierno Federal.
Esta situación parece no causar inquietud entre los poblanos, que siguen sin asumir la responsabilidad que les corresponde ante esta emergencia sanitaria, pese a los constantes llamados a la mesura por parte del gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta
Y el ejemplo es que eventos no esenciales que no están autorizados por el gobierno, como son bailes sonideros y ferias, se siguen presentando en Puebla, convirtiéndose en caldos de cultivo de COVID-19 que dejan situaciones.
Ejemplo claro fue el baile sonidero que se efectuó este sábado 21 de mayo en la localidad cholulteca de San Luis Tehuiloyocan, evento que se estuvo anunciando en redes sociales sin ningún tipo de pudor y que generó interés en muchos poblanos.
Al igual que el referido evento, infinidad de bailes sonideros se anuncian en grupos de este tipo de eventos en Facebook, lo que evidentemente va en contra de todas las acciones emprendidas por el Gobierno del Estado.
De la misma manera, fue reportada una presunta feria a un costado de conocido supermercado de Bosques de San Sebastián, en Puebla Capital, pese a que las ferias están totalmente prohibidas en esta pandemia.
Lo peor de esto es que hay muchos poblanos que siguen sin entender la gravedad de la crisis sanitaria que se vive en estos momentos, incluso exponiendo a jóvenes y niños, siendo este sector de la población el más vulnerable en esta tercera ola.
De acuerdo con fuentes al interior de nosocomios COVID-19 de Puebla Capital, el ingreso de adolescentes y niños contagiados de este virus está creciendo de manera alarmante, todo producto de la irresponsabilidad social que se vive.
Por este motivo, se debe hacer por enésima vez un llamado a la responsabilidad a los poblanos, lo que podría también ser acompañado por decisiones duras, pero necesarias, por parte de las autoridades estatales.
