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En días pasados estalló una polémica en torno al Puebla Femenil, debido a que el entrenador de esta escuadra, Juan Carlos Cacho, reveló que viajaron 14 horas en camión para enfrentar el duelo de la Jornada 4 ante Rayadas en Monterrey.
Lo revelado por el estratega poblano molestó a gran parte de la afición a la Franja, que reclamó a la directiva no darle el mismo trato a las jugadoras poblanas que el que se le da al equipo varonil, que siempre viaja a los juegos de visita en avión.
Si bien es cierto que hay diferencias marcadas entre el cuadro varonil y el femenil, también se debe señalar que la afición poblana, la misma que criticó a la directiva de la Franja por lo antes mencionado, también le ha fallado al Puebla Femenil.
Y el ejemplo claro es lo que se vio este domingo en el juego entre las poblanas y el Cruz Azul Femenil en el estadio Cuauhtémoc, en el que ni siquiera 100 aficionados se dieron cita en el inmueble mundialista, mientras que el pasado viernes en el juego entre el Puebla y Tigres llegaron más de 7,000 fanáticos.
De esta manera, la afición poblana también está haciendo una distinción muy marcada entre el Puebla Femenil y Varonil, pues prefiere gastar una mayor cantidad de dinero y acudir al duelo del representativo masculino, dejando de lado al femenino.
Los pretextos que pueden poner los aficionados a la Franja resultan inválidos debido a que el Puebla Femenil juega los domingos al mediodía, horario futbolero de la Angelópolis, y además está dando un buen espectáculo, como fue ese 3-0 a las cruzazulinas.
En cuestión de gastos, según fuentes al interior del club poblano, el Puebla Femenil cuesta a la institución más de 7 millones de pesos, que no son recuperados ni por ventas de playeras y mucho menos por venta de boletos para los juegos de local.
