En entregas anteriores, este columnista lanzó una crítica contra el equipo de sus amores, el Puebla de la Franja, por la intención que tiene este equipo de contratar al mediocampista Dieter Villalpando.
Más allá del terrible nivel futbolístico del señor Villalpando, el verdadero problema radica en el proceso judicial en su contra por abuso sexual contra una menor de edad, algo que a todas luces es grave.
Eso no importó, pues Dieter Villalpando sigue entrenando con el Puebla y lo más probable es que sea fichado en próximos días
Sin hacer juicios de valor contra este futbolista, que el Puebla tenga siquiera permitiera el entrenar a este jugador, conociendo el grave problema judicial que tiene, me parece un error en temas de equidad de género.
Y el tema no termina con Villalpando, pues tras la derrota del Puebla Femenil ante Rayadas se supo que el plantel franjiazul viajó a Monterrey en camión, sumando 14 horas de viaje para casi de inmediato saltar a la cancha a jugar.
Alguien en la directiva del Puebla no está analizando bien las cosas, ya que resulta lamentable la diferencia que se tiene entre el equipo varonil y femenil.
Estoy de acuerdo que todo tiene que ver con patrocinios y contratos comerciales, pero resulta criticable que no se busque la manera de proteger y ayudar a las mujeres que defienden la playera del Puebla.
Con el caso Villalpando se lastima a las aficionadas al Puebla y con el casi inexistente apoyo al Puebla Femenil se lastima a las futbolistas franjiazules.
Y aunque existan voces de esos emisarios que comen del Puebla en medios de comunicación, en estos momentos la Franja está reprobada en equidad de género.
El Roll Royce del “Güicho” Gerardo Islas
Hace unos días, el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta calificó de insultante que funcionarios adquieran vehículos de lujo, como fue el caso del exfuncionario del Ayuntamiento de Puebla, Andrés García Viveros.
Pero lo que más me llamó la atención fue que mencionó a un diputado “muy simpático” que tenía un Rolls Royce. De inmediato supe que se refería al “Rockefeller región 4” Gerardo Islas Maldonado.
Lo peor es que “Gerry” Islas no tiene reparo y presume en sus redes sociales su opulencia, cual “Güicho Domínguez”, por lo que es evidente que eso de la política deja muy buenos dividendos.
Sin embargo, esto no deja de ser insultante debido a que Islas Maldonado es un maestro en fingir demencia al momento de pagar sus deudas, si no habría que preguntarle a los brigadistas de Fuerza por México, a los extrabajadores de Sexenio y a uno que otro “amigo” que abandonó en momentos difíciles.
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