Los gatos son seres que cautivan con su elegancia y hasta su arrogancia. Independientes, soberbios e indiferentes por naturaleza, estos pequeños peludos no dejan de sorprendernos cada que se descubre un nuevo rasgo de ellos.
Seguramente te ha tocado ver en alguna ocasión a tu “michi” con la mirada fija hacia un punto donde no hay absolutamente nada, pero por su mirada te genera dudas y hasta miedo de lo que pudiera estar observando.
Es por esto que existe el mito que los gatos logran ver fantasmas o seres del inframundo, algo que sin duda resulta terrorífico, sobre todo cuando estos pequeños altaneros se quedan observando algo que el ojo humano no logra ver.
Sin embargo, la realidad indica que la visión de los gatos, al igual que la de los perros, renos, roedores, murciélagos, erizos y hurones permite la entrada de luz ultravioleta, característica que el ojo humano no tiene.
Los gatos ven mejor de noche y observan durante horas la luz ultravioleta absorbida por algunos objetos como hojas de papel, ciertas telas, detergente de ropa, cosméticos y otros objetos que tenemos en casa, por lo que no ven precisamente fantasmas.
Por este motivo, hay que relajarnos y no comenzar a rezar como locos al ver a nuestro “michi” observar fijamente algo “inexistente”, pues ya quisiéramos los humanos tener la visión que tienen estos pequeños felinos.