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En un ambiente de protestas, quema de barricadas y un fuerte dispositivo de seguridad se realizaron este viernes las exequias del presidente haitiano Jovenel Moise, en Cabo Haitiano, norte del país, de donde era originario el asesinado jefe de Estado.
De acuerdo a medios internacionales, el ceremonial se llevó a cabo en una residencia privada de la familia Moise, frente al mar y en las afueras de Cabo Haitiano, desde donde se podían escuchar ráfagas de tiros y llegaba el olor a pólvora por los disturbios que ocurrían cerca del lugar.
Desde la semana pasada se escenificaron protestas en esta zona exigiendo justicia por la muerte a tiros del mandatario. De acuerdo a imágenes mostradas en redes sociales y medios internacionales, agentes de la Policía tuvieron que intervenir en la carretera hacia Cabo Haitiano, bloqueada por los manifestantes, por lo que las personas que acudían a las honras fúnebres se vieron forzadas a tomar la carretera hacia la capital, Puerto Príncipe.
El ataúd de Jovenel Moise, cubierto con la bandera nacional y el pañuelo presidencial, fue expuesto en una explanada decorada con flores, acompañado de una guardia de honor integrada por seis soldados.
Martine Moise, la viuda del presidente, herida en el atentado, vistió de negro con sombrero y una mascarilla con la imagen de su esposo. La primera dama pidió este viernes justicia para el asesinado presidente del país, Jovenel Moise, asegurando que "fue abandonado y traicionado".
"Fuiste abandonado y traicionado. Tu asesinato expuso la fealdad y cobardía", dijo Martine en la ceremonia civil en honor a Moise.
En su discurso de cerca de 15 minutos, Martine hizo un recuento de su relación de 25 años con Moise, al que descubrió como una persona "apasionada y decidida, amable, alegre y con gran carisma". Al acto fúnebre asistieron funcionarios del Gobierno haitiano y delegaciones internacionales.
Un batallón rindió honores militares al jefe de Estado, que tenía 53 años, incluido el himno presidencial, seguido del himno nacional. La ceremonia religiosa estuvo a cargo de cinco sacerdotes.
Se han detenido a al menos 26 personas, entre ellos 18 colombianos, por el asesinato de Moise y otras tres fueron abatidas por las autoridades haitianas en supuestos enfrentamientos.
