Debido a un probable contagio de COVID-19 en un complejo industrial en Vietnam, cientos de trabajadores permanecen en cuarentena al interior del inmueble, donde no han parado la producción, incluso cuentan con una lavadora para mantener limpias sus prendas.
De acuerdo con la agencia Efe, Jordi Borrell, responsable de producción de la empresa española de componentes de calzado Mibor, pasó dos semanas junto a seis trabajadores locales sin salir de la factoría ubicada a las afueras de Ho Chi Minh (antigua Saigón). La decisión fue tomada tras ser informados de un posible contacto con un contagiado por COVID-19.
“Nos avisaron de que un empleado del servicio de basura que dio positivo había entrado dentro del complejo industrial y las 130 fábricas teníamos que cerrar y hacer cuarentena o quedarnos dentro para seguir trabajando. Me quedé en la fábrica con seis empleados”, dijo a Efe vía telefónica.
Dos semanas después del encierro las autoridades de la ciudad obligaron a las empresas no esenciales a cerrar o mantener a los trabajadores dentro, entonces se decidieron por lo segundo y para entonces ya habían comprado una lavadora, un frigorífico, un microondas e incluso una barbacoa para no pasarla tan mal en el trabajo.
Borrell destacó la buena predisposición de los trabajadores de permanecer en las fábricas, ya que se les dio la opción de quedarse en su casa y esperar a que la situación volviera a normalizarse, incluso pasar la noche en una vivienda cercana que han alquilado y de la que solo pueden salir para ir al trabajo, siempre en el mismo vehículo.
Este modelo de cuarentena laboral ha funcionado en fábricas con una veintena de trabajadores; sin embargo, su implementación es casi imposible en plantas que emplean a miles de empleados, donde guardar la sana distancia es imposible. “Muchas empresas con 20.000 o 30.000 trabajadores han tenido que cerrar”, refiere Borrell.
Vietnam es uno de los países que mejor ha manejado la pandemia, con poco más de 70,000 infecciones y 370 muertes. Aunque lleva semanas intentando controlar, sin éxito, su brote más fuerte, que ha desbordado su estrategia de cierre de fronteras y rastreo exhaustivo de los positivos y sus contactos.
No obstante que el turismo internacional está paralizado, el país logró mantener un crecimiento positivo de su economía en 2020 gracias a su industria manufacturera y a la guerra comercial entre Washington y Pekín, que favoreció la deslocalización de empresas de China a Vietnam.
Sin embargo, Vietnam es uno de los países de Asia con el ritmo de vacunación más lento, apenas ha aplicado 4,36 millones de dosis y solo 324,000 personas han sido inmunizadas con la pauta completa respecto de una población de más de 97 millones de habitantes.