Una falsa rescatista de gatos fue condenada a un año de prisión en Miami-Dade, Estados Unidos, luego de que la policía descubriera en su apartamento varios mininos muertos, otros desnutridos y famélicos, así como huesos de animales regados por el suelo, informaron este martes medios locales. La mujer decía que salvaba de la calle a los animales; sin embargo, los mataba de hambre.
De acuerdo con el diario Miami Herald, la seudorescatista Cheryn Smilen, de 56 años, se había declarado culpable de los seis cargos de crueldad animal en su contra, fue condenada a un año de cárcel y a cumplir otros 15 en libertad condicional. Además, se le prohibió poseer mascotas y tratar de rescatar animales abandonados en la calle.
Al respecto, el juez del circuito judicial de Miami-Dade, Alberto Milian, dijo que le resultaba difícil creer que existiese semejante grado de crueldad en un ser humano, por ello afirmó que la mujer "tiene que mantenerse alejada de las organizaciones dedicadas al rescate de animales", pues era voluntaria en diversas agrupaciones en Florida.
La asesina de gatos alimentaba a los felinos callejeros en un estudio pequeño de su apartamento, donde llegó a acumular decenas y decenas de animales callejeros. Por su parte, los vecinos informaron a la policía que a menudo oían a los gatos rascarse y llorar en las ventanas del pequeño estudio, pero nunca vieron a Smilen.
Por el hacinamiento de felinos pronto comenzó a manar del departamento un olor horrible, que llevó finalmente a la policía a la casa de la mujer en 2018, donde encontraron gatos desnutridos y famélicos y huesos esparcidos por el suelo, lo que, según afirman los detectives, es evidencia de que se habían comido unos a otros.
Asimismo, el citado diario recoge que una detective de la policía de Miami-Dade señaló que se habían encontrado dentro del departamento una pila de "gatos muertos sobre gatos muertos" en estado de descomposición desde hacía meses. Además, el estudio estaba lleno de heces y orina de gato y el aire acondicionado no funcionaba, por lo que, además, el calor era insoportable.
Incluso los detectives hallaron muchas bolsas y latas de comida para gatos almacenadas dentro y fuera de la casa; sin embargo, Smilen no les había dado ninguna a los animales.