Tras interrumpirse las clases por la pandemia de COVID-19, 89 de 222 países monitoreados se encuentran ya con clases presenciales como modelo único, según el Rastreador de recuperación de educación global COVID-19. Para mantener la seguridad en este contexto, muchos gobiernos recomiendan realizar periódicamente pruebas para detectar oportunamente el COVID-19. Sin embargo, muchos niños han mostrado su ingenio y medios internacionales reportan la falsificación de resultados positivos mediante el uso de refrescos para conseguir faltar a clases.
Esto se reportó en Reino Unido, donde las autoridades sanitarias recomiendan a los padres de familia hacer a sus hijos pruebas COVID-19 dos veces por semana. Según los reportes, los niños descubrieron que al colocar gotas de refrescos de cola o jugo de frutas en las pruebas COVID-19 de flujo lateral –similares a las pruebas rápidas de embarazo– estas resultan positivas.
Según indican los expertos, esto podría deberse a la acidez de estos refrescos y bebidas que, al entrar en contacto con la prueba COVID-19, causan un mal funcionamiento en las proteínas responsables de colorear el indicador de resultado positivo. Este método de falsificación de un resultado positivo de una prueba COVID-19 mediante el uso de refrescos se ha difundido en redes sociales como TikTok. Por este motivo, la escuela donde se detectó esta falsificación recomienda a los padres de familia estar presentes cuando sus hijos se realicen estas pruebas rápidas para el COVID-19, informaron medios internacionales.
El problema de la falsificación de pruebas COVID-19 lamentablemente no se limita a una travesura de jóvenes en edad escolar. En diciembre de 2020, el senado de México lanzó una advertencia sobre la venta de pruebas apócrifas en redes sociales que podrían poner en riesgo la salud por proveer un resultado falso.
Además, un reporte del proveedor de servicios de seguridad IT Check Point señala la comercialización de falsificaciones relacionadas con el COVID-19 en la dark web. Según su monitoreo, en la dark web una falsificación de un certificado de vacunación se vende por 250 dólares y una prueba COVID-19 con resultado negativo se encuentra desde 25 dólares. También señala la preocupación por la venta de vacunas, que oscila entre quinientos y mil dólares la dosis, sin la certeza de si se recibe una vacuna real o en buen estado. Distintos medios también reportan la falsificación de documentos similares, a la venta en la plaza Santo Domingo, en el centro de la Ciudad de México.
Con la pandemia de COVID-19 surgió también un mercado negro listo para proveer falsificaciones que ayuden a sortear las restricciones sanitarias. Esto supone un problema apremiante el cual debe abordarse con seriedad para evitar mayores riesgos a la salud. Las soluciones van desde la supervisión parental, para evitar la falsificación de resultados positivos con refresco, hasta la implementación de mecanismos digitales de seguridad, como el blockchain, para combatir los certificados de vacunación falsos.