El reciente anuncio de la candidata presidencial hondureña Xiomara Castro, del Partido Libertad y Refundación (Libre, izquierda), de vender el avión presidencial en caso de conseguir la primera magistratura en los comicios del 28 de noviembre, reactualizó el tema de las aeronaves ejecutivas como arma de campaña electoral.
En un encuentro con sus simpatizantes el 29 de junio, la ex primera dama hondureña (2006-2008) adelantó que de ganar las próximas elecciones generales pondrá a la venta el avión exclusivo destinado a los viajes oficiales del mandatario.
Se trata de una aeronave Embraer Legacy 600, configurada como VIP, adquirida a finales de 2014 mediante una donación del gobierno de Taiwán.
La candidata de la principal fuerza opositora no tuvo reparos en anunciar que imitaría el gesto del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, cuya iniciativa, a tres años de las elecciones, aún resulta polémica.
López Obrador y el TP01
Antes de ganar las elecciones en su tercer intento, el 1 de julio de 2018, López Obrador prometió la venta de la aeronave presidencial.
Pero a principios de junio pasado, ante los obstáculos encontrados por la venta y los crecientes gastos de mantenimiento, el mandatario propuso emplearla en el traslado de la delegación nacional a los Juegos de Tokio, aunque el Comité Olímpico Mexicano rechazó la oferta.
López Obrador reconoció que a su administración le ha costado vender el avión ejecutivo debido a su lujo extremo y porque "da pena" (vergüenza) adquirir un medio de transporte tan oneroso.
"Es una vergüenza, solo aquí se les ocurrió comprar un avión con tanto lujo; estoy haciendo gestiones para venderlo", reiteró en una de sus "mañaneras" (ruedas de prensa matutinas), el 2 de junio.
La aeronave, un Boeing Dreamliner (787-8), fue adquirida por el Gobierno de Felipe Calderón (2006-2012) a un costo de casi 219 millones de dólares, aunque su primer usuario fue su sucesor Enrique Peña Nieto (2012-2018).
En septiembre 219, Japón también puso en venta al más jerárquico de sus aviones, curiosamente reconocido como Air Force One al más puro estilo estadounidense, pero no por motivos políticos.
Al aparato que transportó durante años al mismísimo emperador Akihito y hasta 14 primeros ministros simplemente le había llegado la hora de la jubilación, como al monarca nipón unos cinco meses antes.
Aviones y poder
Los medios aéreos empleados por los jefes de Estado para movilizarse son además una expresión de poder y en algunos casos, reflejo de la cultura y la historia del país en cuestión.
El Tango 01 fue el avión insignia de la Agrupación Aérea Presidencial, encargada de trasladar a los jefes de Estado argentinos entre 1992 y 2016.
En Brasil el principal avión ejecutivo está bautizado con el nombre del pionero de la aviación nacional y mundial, el ingeniero Santos Dumont (1873-1932).
Union Jack Jet es el nombre del medio aéreo que transporta al primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson.
El Vaticano no tiene un avión propio para los desplazamientos intercontinentales del papa Francisco, por lo que suele utilizar aparatos de la compañía Alitalia, en vuelos codificados con el número 4000.
Por lo general eso sucede en el viaje de ida, pues el de regreso y como muestra de cortesía el máximo líder de la Iglesia Católica lo hace a bordo de una aeronave de la línea bandera del lugar de destino.
Air Force One
La divisa Air Force One, una de las más reconocibles en Estados Unidos; cuenta con una publicidad mundial que va desde películas con el sello de Hollywood hasta la marca de unas zapatillas de la multinacional de artículo deportivos Nike.
La Meca del cine llevó a las pantallas en 1997 el filme titulado en español El avión del presidente, que conjuntó dos talentos actorales de talla mundial, Harrison Ford y Glenn Close.
En 1962, justo el año anterior a su magnicidio, el demócrata John F. Kennedy se convirtió en el primer ocupante de la Casa Blanca en volar en un avión especialmente personalizado para su uso, un modelo Boeing 707 modificado.
En realidad son dos aeronaves idénticas hasta en el mínimo detalle (los Boeing-747 con matrículas 82-8000 y 82-9000 los destinados a POTUS (acrónimo en inglés de presidente de los Estados Unidos), y los que están en uso datan de 1990, cuando George H. W. Bush los estrenó.
Bajo la administración de Donald Trump (2017-2021) fueron encargados al gigante de la industria aeronáutica dos nuevos 747-8 de tres plantas, que en principio debieron estar listos para volar en 2024, pero la pandemia retrasó su construcción.
Los viajes presidenciales, además del interés mediático que siempre generan, son una buena oportunidad para los fotógrafos que han cazado más de un tropezón del Primer Pasajero en la escalerilla ejecutiva. (Sputnik)