
La gran mayoría de los choferes del transporte público poblano se han convertido en un dolor de cabeza para los usuarios, que en innumerables ocasiones se han quejado del poco respeto que tienen con personas de grupos vulnerables de la sociedad.
Para tratar de combatir esto, el Congreso de Puebla aprobó que concesionarios y empresas de transporte capaciten a sus choferes en temas como el combate a la violencia contra las mujeres y el respeto hacia ancianos y discapacitados, un proyecto que se antoja insuficiente.