Tendría que ser todo lo contrario, amable lector, pero el sector social que comprende a los adultos jóvenes, esos que tienen entre 30 y 45 años, resultan los mayores aliados del COVID-19.
Sí, eso quedó comprobado por este columnista a primeras horas de este martes.
Por la madrugada me informaron que ya se había habilitado la plataforma “Mi vacuna” para el registro de adultos de 30 años y más. Por supuesto, de inmediato busqué registrarme, logrando mi objetivo.
A muchos amigos, de los que no mencionaré nombres por el respeto que les tengo, les informé que ya estaba listo el portal para registrarnos y recibir en un futuro el antígeno.
La respuesta de algunos fue preocupante, pues tajantemente dijeron que no se aplicarán el antígeno porque siguen sin creer en la existencia del COVID-19.
Otro, más estúpido (disculpe la palabra) y con ideas socialistas (ProAMLO), me dijo que si no le garantizaban que le aplicarían la vacuna rusa Sputnik, entonces no se vacunaría.
Qué decir de los mensajes que se han visto en redes sociales de muchos adultos jóvenes, que han descartado aplicarse la vacuna, incluso por el “miedo” de que les apliquen un “chip”.
Por esto, amable lector, los adultos jóvenes son los aliados del COVID-19 y los principales responsables de que el virus se siga propagando en diversas zonas del país, pues la irresponsabilidad está a flor de piel.
Nada más lo invito a observar a su alrededor y contar cuántos adultos mayores llevan cubrebocas y cuántos adultos jóvenes no lo portan. La diferencia es preocupante.
En lo personal, me avergüenza que conocidos argumenten incluso que tomando sus pastillas de cloro evitarán contagiarse de COVID-19. Peor son los que dicen que debido a que ya enfermaron, entonces son inmunes.
Y estoy seguro de que este escenario se ve en muchos países del mundo, donde la juventud millennial se cree invencible y se convierte en el principal agente de contagio.
De verdad, si usted que lee estas líneas es parte de este sector de la sociedad, espero que no dude en buscar aplicarse la vacuna y no caiga en creencias estúpidas que solo fortalecen al COVID-19.
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