Un buen mensaje político ha dado el gobernador de Puebla, Luis Miguel Barbosa Huerta, al promover una concordia política tras las elecciones del 6 de junio, a fin de que se lleve a cabo en la entidad un trabajo coordinado entre todos los órdenes de gobierno.
Lejos del encono y la polarización que se promueve desde la Federación, donde se ha buscado dividir por ideologías políticas a la sociedad, Barbosa Huerta ha abierto las puertas de Casa Aguayo a actores de todos los partidos.
La reunión con el presidente municipal electo de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, a pocos días de obtener el triunfo en las urnas fue el preámbulo de una serie de encuentros que se han dado en días posteriores y que se mantendrán en las próximas semanas.
La altura de miras mostrada desde el Gobierno del Estado incluyó a la presidenta del Comité Directivo Estatal (CDE) del Partido Acción Nacional (PAN), Genoveva Huerta Villegas, quien se ha mostrado como una crítica, muchas veces sin argumentos, del trabajo de Barbosa Huerta.
Al reunirse con Huerta Villegas, el mandatario poblano dejó ver que más allá de las ideas contrarias que se tengan, es fundamental para el desarrollo de la entidad el buscar el apoyo de todas las fuerzas políticas, sin que esto signifique sumisión al Gobierno.
En el mismo tenor se puede tomar el encuentro que el gobernador sostuvo con el senador de MORENA, Alejandro Armenta Mier, quien también es uno de los políticos contrarios a Barbosa Huerta.
De la misma manera, el gobernador poblano se encontró con los alcaldes electos de las diversas fuerzas políticas, con el único objetivo de que se tenga un trabajo coordinado, siempre respetando la autonomía municipal.
Es un hecho que las elecciones de 2018 dejaron fracturas no solo entre partidos políticos, sino entre sectores sociales que incluyeron a las autoridades, lo que se siguió promoviendo entre algunos alcaldes poblanos que fueron castigados en las urnas por la sociedad.
Además, resulta un acierto comenzar a trabajar desde este momento con los ediles y autoridades electas, pues de esta manera iniciarán con sus labores de gobierno con proyectos en conjunto con el Gobierno de Puebla.
Pese a que todavía hay voces que cuestionan estos encuentros, la realidad indica que se avizora una etapa de respeto y concordia política, muy necesaria para Puebla después de tres años convulsos.