La capacidad de succión de las trompas de los elefantes es más poderosa de lo que pensaban los científicos, revela un nuevo estudio.
La investigación, llevada a cabo por un grupo de científicos en Estados Unidos, reveló que la succión permite a estos enormes animales agarrar con destreza trozos pequeños de comida e incluso alimentos frágiles, además de aspirar grandes cantidades de agua.
Con la ayuda de cámaras de alta velocidad, los investigadores lograron calcular que los elefantes pueden inhalar a velocidades de más de 336 millas por hora —poco más de 540 kilómetros por hora—, es decir, cerca de 30 veces la velocidad del aire expulsado durante un estornudo humano.
Para comparación, el Koenigsegg Agera RS, el automóvil producido en serie más veloz del planeta, alcanza una velocidad máxima de cerca de 447 km/h.
Además, las trompas de esos paquidermos son capaces de retener mucho más líquido de lo que imaginaban los científicos, reveló la investigación.
"Al principio, no tenía sentido: el pasaje nasal de un elefante es relativamente pequeño y estaba inhalando más agua de la que debería. No fue hasta que vimos las imágenes ecográficas y observamos cómo se expandían las fosas nasales que nos dimos cuenta de cómo lo hacían", dijo Andrew Schulz, autor principal del estudio.
Con la ayuda de una sonda ultrasónica, los científicos tomaron medidas de la pared de la trompa de los elefantes y observaron cómo funcionan los músculos internos del órgano de más de 100 kilogramos. Al contraer estos músculos, el animal dilata sus fosas nasales hasta en un 30%, lo que disminuye el grosor de las paredes y expande el volumen nasal en un 64%.
Esto permite que retengan hasta cinco litros y medio de agua en sus trompas. La velocidad extremadamente alta de succión hace que aspiren hasta tres litros de agua por segundo.
"Un elefante usa su trompa como una navaja suiza. Puede detectar olores y agarrar cosas. Otras veces sopla objetos como un soplador de hojas o los inhala como una aspiradora", dijo David Hu, tutor de Schulz y profesor de la Escuela de Ingeniería Mecánica del Instituto de Tecnología de Georgia (EEUU).
Los científicos esperan que sus hallazgos acerca de los mecanismos físicos de la trompa de los elefantes puedan aplicarse en el desarrollo de nuevos robots, además de generar conciencia acerca de la importancia de proteger a estos animales.
Los hallazgos se publicaron el pasado 2 de junio en la revista científica Journal of the Royal Society Interface.