Por muchos años escuchamos sobre los presuntos pagos hacia televisoras por parte del presidente en turno, principalmente hacia el llamado “Canal de las Estrellas”.
Entre estos dichos difundidos por voces de izquierda, esas que se dicen progresistas y hoy callan ante actos irregulares, se mencionaba que se le pagaba a esta televisora y algunos reporteros por hablar bien del Gobierno Federal.
¿Pues qué creen, amigos cuatritransformadores?
Ya hay un nuevo “Canal de las Estrellas” y este es el Canal Once, propiedad del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y que se ha encargado de exaltar todas las acciones de la Federación.
Pero el premio a este canal, que sinceramente pocos ven, fue nada más y nada menos que la vacuna contra el COVID-19.
Sí, ayer todo el personal de esta televisora fue citado para ser vacunado contra el coronavirus. ¿Por qué? Pues porque los tomaron como “trabajadores de la educación”.
Es este tipo de cosas que realmente muchos no entendemos en cuanto a la vacunación y que hacen pensar que para el Gobierno Federal hay mexicanos de primera y de segunda.
Obviamente, los de primera parecen ser esos que alaban al extremo al presidente y que tienen la bandera de la 4T como estandarte ante los “infieles” que se atreven a criticar al mandatario, o sea, los mexicanos de segunda.
Quien escribe esta columna ha visto a muchos colegas arriesgar su salud para mantener informada a la sociedad: reporteros, camarógrafos y fotógrafos que se rifan la vida por su profesión y que no andan sentaditos diciendo sandeces, léase John Ackerman.
Ellos, al igual que muchos mexicanos, serán los últimos en ser vacunados contra el COVID-19.
Insisto, el Canal Once es el nuevo “Canal de las Estrellas”.
¿Y las propuestas, diputada-candidata Nora?
Aunque lo nieguen, los candidatos de MORENA en Puebla sienten pasos en la azotea y no ven tan sencillo el triunfo el 6 de junio, lo que provoca que caigan también en el concurrido juego sucio.
Así sucedió con la candidata a diputación local por el Distrito 10, Nora Merino Escamilla que, a falta de argumentos para convencer al electorado, recurrió a los ataques a sus adversarios, algo que en algún momento juró no haría.
La legisladora con licencia, que quiere repetir en el cargo, lanzó un ataque incomprensible hacia su adversario de “Va por Puebla”, Jesús Zaldívar Benavides, a quien le pidió limpiar el “cochinero” que dejó en el CONALEP antes de pensar en una diputación.
Así de vacío el argumento de la candidata morenista, que dejó de lado la bandera de la propuesta y se decantó por la difamación, en una acción que solo demuestra que las campañas de MORENA simplemente parecen no levantar.
¿Será que la derrota electoral ya les quita el sueño?