Un video que se hizo viral de dos adolescentes palestinos que agredieron a un judío ultraortodoxo en un tren de Jerusalén pudo ser la chispa que encendió ese polvorín donde se sitúan Israel y Palestina, que ahora ha desencadenado una nueva escalada de tensiones entre los dos países como no se veía en años.
El 20 de abril la policía israelí detuvo en el paso fronterizo de Qalandiyah, en el norte de Jerusalén, al joven que difundió el video en TikTok, y horas más tarde fue arrestado el segundo sospechoso. Las agresiones hacia el judío provocaron un profundo rechazo e indignación. Arye Dery, ministro del Interior de Israel, calificó el hecho como “chocante” y “antisemita”.
Por su parte, el presidente de Israel, Reuven Rivlin, afirmó en su cuenta de Twitter que “las perturbadoras imágenes de judíos siendo maltratados así, sin razón alguna, a plena luz del día, no deben ser normalizadas”, e instó a las figuras públicas y a los líderes políticos árabes que condenaran la violencia.
Un joven árabe golpeó a un judío ortodoxo mientras viajaba en el tren ligero de Jerusalem. El agresor subió el video a su cuenta personal de TikTok. pic.twitter.com/cPkN40bx8O
— Am Israel Defense (@AmIsraelDefense) April 20, 2021
Asimismo, un grupo judío de extrema derecha conocido como Lehava, encabezó una marcha en Jerusalén hasta la Puerta de Damasco de la Ciudad Vieja, al grito de “Árabes, fuera”.
Al respecto, Thomas L Friedman, periodista del New York Times, analizó cómo influyeron las redes sociales en el desencadenamiento de esta nueva escalada de violencia entre Israel y Palestina, y refirió el polémico y peligroso uso que le dan a TikTok los adolescentes palestinos, ya que en sus videos se muestran desafiantes con los israelíes y con ánimos de enfrentarlos.
Jack Khoury, experto en el conflicto árabe-israelí, afirma que el motor del lado palestino de la protesta “es el movimiento popular”, conformado “mayoritariamente por la generación más joven, que no espera a su liderazgo político, ni a la Autoridad Palestina, ni a los líderes árabes en Israel o en la Franja de Gaza”.
Además, el especialista advierte que “en los últimos días se ha informado de que Hamás intenta avivar la protesta; pero la dirección de Hamás no tiene ningún control sobre los acontecimientos... y por tanto, tal y como lo ve el gobierno israelí, no hay ninguna dirección ni persona a la que dirigirse para mantener un debate político sobre la situación”.
Varios expertos coinciden en que los hechos demuestran que en un momento tan delicado que atraviesa el conflicto israelí-palestino, las redes sociales y la inexperiencia política no ayudan en absoluto a apaciguar la violencia, sino que la intensifican.
