La Casa Blanca declaró el domingo el estado de emergencia en 17 estados y el distrito de Columbia en respuesta al cierre de una de las mayores redes de tuberías para transporte de combustible del país debido a un ciberataque.
La medida, decretada por el Departamento de Transporte, levanta las restricciones de circulación a los transportistas que estén asistiendo a las zonas que sufren escasez de productos refinados de petróleo.
La red, operada por la empresa Colonial Pipeline, está interrumpida desde que hace dos días se detectara un ciberataque del tipo "ransomware".
"El equipo de operaciones de Colonial Pipeline está elaborando un plan para reactivar el sistema", dijo la firma a través de un comunicado, en que resaltó que si bien las líneas principales están desconectadas, las laterales, más pequeñas, entre terminales y puntos de entrega ya están operativas.
Colonial Pipeline transporta más de 100 millones de galones de combustible al día en la Costa Este, en torno al 45 por ciento del total que consume la región.