El Proyecto Inocencia (Innocence Project), organización que representa a los condenados injustamente en EU, habría encontrado al verdadero asesino en el caso de Debra Reese, por el que fue ejecutado Ledell Lee, en Arkansas, hace cuatro años. Los abogados afirman que el arma homicida contiene material genético que apunta a otro sospechoso.
De acuerdo con The Washington Post, la organización halló ADN desconocido fue recuperado del mango del bate de madera ensangrentado con el que Reese, de 26 años, habría sido golpeada antes de morir, así como en una camisa blanca ensangrentada envuelta alrededor del arma, que sería de la misma persona. Las nuevas pruebas fueron analizadas tras una solicitud el año pasado, en uno de los pocos casos en los que se han buscado pruebas de ADN para demostrar la inocencia de un condenado tras su ejecución.
Al respecto, la hermana del acusado dijo: "Nos alegra que haya nueva evidencia en esa base y mantenemos la esperanza de que se descubra más información en el futuro". Asimismo, Proyecto Inocencia afirma que los resultados son "incompletos y parciales"; pero confía en que abrirán la puerta a futuros hallazgos.
Por su parte, Asa Hutchinson, gobernador de Arkansas, dijo que esta nueva evidencia "no es concluyente", y defendió la decisión de ejecutar a Lee, pues argumentó que el jurado lo declaró culpable "basándose en la información que tenían" y que fue su deber "hacer cumplir la ley".
El caso tuvo lugar en 1995, cuando Ledell Lee fue condenado a la pena capital en octubre de ese año en el condado de Pulaski (Arkansas), luego que fue declarado culpable del homicidio de Debra Reese; recibió la inyección letal el 21 de abril de 2017. Una de sus abogadas, Nina Morrison, poco después de su muerte dijo que nunca se realizó una prueba de ADN del condenado, que "podría haber resultado inocente". "Nadie debe ser ejecutado cuando queda la posibilidad de que sea inocente", lamentó entonces.
La víctima, Debra Reese, fue encontrada muerta en el dormitorio de su domicilio en Jacksonville con signos de haber sido apaleada 36 veces. Poco después la Policía arrestó a Lee, al que un vecino aseguró haber visto entrar y salir de la casa el día del crimen. Una huella de zapato y sangre encontrada en su calzado reforzó su culpabilidad y fue condenado en gran parte por el señalamiento de un testigo presencial en 1995. La defensa alegó evidencias defectuosas e irregularidades en el proceso y un abogado a cargo de la apelación reconoció tener problemas de abuso de sustancias, así como falta de recursos para una defensa adecuada.
Ledell Lee es el primer ejecutado en Arkansas desde 2005, lo cual suscitó controversia en EU tras divulgarse que ese estado estaba reiniciando su programa de ejecuciones solo porque los preparados que se emplean para las inyecciones letales estaban por vencer su fecha de caducidad. Ocho días después del asesinato de Lee, el estado sometió al fármaco mortal a tres personas más, lo que acrecentó las sospechas.