Un palacio polaco empleado por los nazis como burdel hacia el final de la Segunda Guerra Mundial podría ser el escondite de unas 10 toneladas de oro que pertenecieron a Adolf Hitler, mismas que estarían valoradas en cerca de 700 millones de dólares. Así lo cree un equipo de cazadores de tesoros que ya prepara las tareas de excavación.
De acuerdo con los investigadores que forman parte de la fundación polaco-alemana Silesian Bridge, tras analizar una serie de cartas de los oficiales de las tropas de la SS descubrieron indicios de que el botín, compuesto por 48 cajas con oro y joyas, estaría oculto en un palacio del siglo XVIII, ubicado en el pueblo de Minkowskie, al sur de Polonia.
Las cartas analizadas refieren que el tesoro fue robado por orden del jefe de las SS, Heinrich Himmler, a fines del conflicto bélico. Se dice que el oficial utilizó el palacio como burdel y que ante el avance del Ejército Rojo en 1945, los nazis tuvieron que improvisar en un intento por salvar los objetos de la élite y del Banco Central de Alemania de la época.
the Silesian Bridge foundation is leading the hunt https://t.co/p3vBRMRsJg
— SHORTorLONG (@shortorlong) April 28, 2021
Se sabe que uno de los oficiales involucrados en ocultar el tesoro fue Von Stein, quien a acudía con frecuencia al palacio porque allí tenía una amante llamada Inge, a quien le escribió una carta en la que le daba instrucciones para que le ayudara a "cumplir con la misión".
La misiva refiere: "Algunos transportes tuvieron éxito. Los 48 cofres pesados restantes del Reichsbank y todos los cofres familiares se los encomiendo por la presente. Solo usted sabe dónde se encuentran. Que Dios te ayude y me ayude a cumplir mi misión".
Al respecto, Roman Furmaniak, director de la fundación del Silesian Bridge, comentó que Inge fue designada por el oficial nazi para vigilar el escondite. "Ella creía que tendría que quedarse allí durante un año, tal vez dos, y que luego todo terminaría. Nadie creía entonces que la región quedaría bajo el control de la Unión Soviética".
Los investigadores afirman que hubo un periodo de dos meses en 1945 cuando la mujer tuvo que esconderse en el bosque, "pero cuando regresó, la zona no había sido alterada". Tras el fin de la guerra, con la derrota de Alemania, Inge cambió su apariencia e identidad antes de casarse con un hombre local y habría cuidado del tesoro hasta su muerte, 60 años después.