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El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, lanzó una dura advertencia a los participantes de la Cumbre de Líderes sobre el Clima, organizada por EEUU, sobre una crisis inminente por la acumulación de gases de efecto invernadero al nivel más alto en tres millones de años.
"Necesitamos un planeta verde, pero el mundo está en alerta roja (…) La década pasada fue la más calurosa de la que se tiene constancia. Los peligrosos gases de efecto invernadero están en niveles no vistos en tres millones de años", dijo durante su discurso en la cumbre, que se desarrolla de manera virtual.
Guterres señaló que la temperatura global ha subido 1,2 grados centígrados y está "corriendo hacia el umbral de la catástrofe".
El secretario general de la ONU llamó a las naciones a que formen una coalición que tenga como objetivo las emisiones netas de carbono (equivalentes a cero descontando esfuerzos de reducción) para mediados de siglo.
Y pidió una acción inmediata para hacer de la década actual una "década de transformación".
La mayoría de la comunidad científica internacional coincide en que el recalentamiento planetario es provocado por la emisión de los llamados gases "de efecto invernadero", entre los cuales el más importante es el dióxido de carbono, generado sobre todo por la quema de combustibles fósiles.
Guterres abogó por una serie de políticas concretas, como la transición a una fiscalidad basada en las emisiones de carbono en lugar de en los ingresos, la paralización mundial de la construcción de centrales eléctricas de carbón y el cierre de dichas centrales por parte de los países desarrollados para 2030 y de las naciones en desarrollo para 2040.
Además, instó a los países a desarrollar y llevar planes concretos a la cumbre sobre el clima patrocinada por la ONU de noviembre.
El presidente estadounidense Joe Biden inauguró este jueves la cumbre, de la que participan 40 líderes mundiales, con el compromiso de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de EEUU entre un 50 y un 52 por ciento para finales de esta década respecto a los niveles de 2005.
