Desde el inicio de este año el precio de los hidrocarburos ha estado aumentando; en medio de las campañas electorales donde se suelen verter falsas noticias, se acusa al gobierno de los “gasolinazos”, ¿qué dice el análisis económico al respecto?
En la última semana la gasolina de alto octanaje que llamamos convencionalmente Premium ha alcanzado los 21 pesos por litro, un precio que no se veía desde el sexenio pasado. Algunos factores que han incidido son el alza de los precios internacionales del petróleo como resultado de la reactivación económica post-pandemia y la depreciación del peso frente al dólar (de enero a marzo). Esto debido a que al menos 6 de cada 10 litros de gasolina que consumimos proviene del extranjero y por tanto nos regimos por precios internacionales que deben ser pagados en dólares.
Para hacer un correcto análisis de las variaciones en el nivel de precios debemos eliminar la “ilusión monetaria” que es un fenómeno común y ocurre cuando un agente en la economía se guía por valores nominales y no por los valores reales, por tanto, sus decisiones serán incorrectas. Para convertir valores nominales a reales le quitamos a los precios el efecto de la inflación, a esta operación le llamamos “deflactar” que no es otra cosa que dividir el valor nominal entre un índice o deflactor, el más utilizado es el índice de precios al consumidor que elabora el INEGI.
En la gráfica 1 mostramos los precios constantes de la gasolina tomando como base noviembre de 2018. Se observa que realmente la gasolina no ha aumentado en este sexenio. Muy al contrario, en el mes de abril de 2020 registró el precio más bajo en 6 años, esto se debió principalmente al desplome de precios del petróleo por el confinamiento mundial. Si tomamos ese punto de comparación, los precios han aumentado 21%; pero si el punto de comparación es el último mes del sexenio de Peña Nieto los precios han disminuido 3.8%.
Elaboración propia con datos de Comisión Reguladora de Energía
Lo anterior quiere decir que en términos reales la gasolina no ha aumentado en lo que va del sexenio. Otra forma de expresarlo sería que la gasolina ha disminuido su precio en comparación con el conjunto de precios de la economía.
Además de deflactar podemos comparar los precios con respecto a la Paridad de Poder Adquisitivo. Es decir, siguiendo el concepto de “ilusión monetaria”, los precios pueden mostrarnos una realidad falseada, lo que realmente importa de los precios es que nos indiquen la cantidad de unidades de un bien que podemos adquirir con nuestro ingreso.
Para convertir el precio de la gasolina a paridades de poder adquisitivo lo que hacemos es comparar el número de litros que se pueden comprar con un salario mínimo a lo largo de un periodo. La gráfica siguiente muestra esos resultados. Se observa que en el último mes del sexenio anterior se tuvo el menor poder adquisitivo, con un salario mínimo alcanzaba para comprar 4.4 litros. También se observa que durante este sexenio el poder adquisitivo no ha disminuido a los niveles del sexenio anterior.
Elaboración propia con datos de SENER y CONASAMI
Nuevamente, si tomamos el mes de abril de 2020, se registró el mayor poder adquisitivo; un salario mínimo fue capaz de comprar 8 litros de gasolina, ¡casi el doble que con Peña Nieto! Al mes de abril de este año, un salario mínimo equivale a 6.7 litros de gasolina, esto es una recuperación salarial del 29%. Dicho en otras palabras, la gasolina bajó 29% en lo que va del sexenio. Esto se debe a que los salarios han crecido más rápido que el resto de los precios incluyendo la gasolina.
Con esto se demuestra que, a pesar de la volatilidad en los mercados internacionales, los precios de la gasolina en nuestro país no han aumentado de forma real; todo lo contrario, hoy se pagan gasolinas más baratas en términos del nivel general de precios y de los salarios. En esta época electoral no faltarán las mentiras ni las campañas sucias, la recomendación es siempre analizar la información y comprobar que no resisten el rigor científico. Explicar con paciencia al pueblo, también es tarea de esta batalla de las ideas.
*Profesor-Investigador Facultad de Negocios, Universidad La Salle México
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores
Twitter: @BandalaCarlos