Tras el reporte sobre un almacén en Houston que albergaba en condiciones de vida “insoportables” a cientos de niñas migrantes no acompañadas, la administración Biden lo clausuró este fin de semana.
De acuerdo con fuentes consultadas por ABC News, a las niñas alojadas en el almacén, que contaban entre 13 y 17 años, les pedían usar bolsas de plástico para depositar sus evacuaciones, pues no había suficientes elementos de seguridad para acompañarlas a los baños.
Asimismo, se sabe que las menores pasaban la mayor parte del día acostadas sobre catres improvisados rodeados de cajas "destinadas a ofrecer cierta apariencia de privacidad". El refugio estaba saturado y no cumplía con las medidas de distanciamiento social necesarias para evitar la propagación del coronavirus.
Al respecto, César Espinoza, director ejecutivo de la organización de derechos civiles de los migrantes FIEL, visitó el almacén y declaró que en los rostros de las niñas vio "una desesperación" que era "insoportable e increíble". Según dijo, el inmueble estaba "lleno solo de catres, donde a las niñas no se les permitía levantarse a menos que fuera para ducharse o usar el baño". "Incluso les entregaban la comida en sus catres. Las trataban más como mercancía que como a seres humanos, como a personas que pasaron por una experiencia muy traumática", aseguró.
El almacén fue abierto a principios de abril por el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) en respuesta al aumento del flujo de migrantes. Hasta su cierre, este punto estuvo administrado por la Asociación Nacional de Iglesias Cristianas (NACC), con sede en Houston, que recibió un contrato de 4’000,000 de dólares para operar el sitio, a pesar de no tener experiencia en el alojamiento de niños migrantes no acompañados.
Por su parte, un portavoz de la Casa Blanca dijo a ABC News que el almacén fue cerrado porque "no cumplía con los muy altos estándares de bienestar infantil de la Administración Biden". Las autoridades comunicaron que trasladará a las casi 500 niñas a otras instalaciones en el área, o a familiares o patrocinadores.
En respuesta, un vocero de la NACC declaró que la administración Biden tenía el control del sitio después de contratar a sus propios subcontratistas. "Es profundamente hiriente e injusto para la gente de la NACC que ahora alguien piense en criticarlos cuando lo único que hicieron fue intentar ser buenos samaritanos y ayudar al HHS a ayudar a estos niños", afirmó.
