Seguro te ha pasado... Sales de un lugar con el objetivo de llevar a cabo una actividad o tomar algo; sin embargo, cuando entras a otra habitación ya no recuerdas a lo que ibas y terminas preguntando: ¿A qué venía?
Pues esta situación lleva por nombre Efecto Puerta y es muy común en todos los seres humanos, que de momento olvidamos en segundos alguna actividad que habíamos pensado llevar a cabo apenas hace unos instantes.
El movimiento y cambio abrupto de un lugar hace que nuestra mente se quede en blanco, tomando en cuenta que nuestro cerebro trabaja de manera similar que una computadora, guardando en diversas carpetas toda la información recibida.
El lugar y contexto de la información recibida por el cerebro resulta trascendental en este almacenamiento de información, por lo que al pasar de un lugar a otro, nuestro cerebro se prepara para recibir nuevos datos para guardar.
Por ejemplo, nuestro cerebro almacenó información en la carpeta "A" y guarda una imagen del sitio donde estábamos en ese momento, que podría ser nuestra habitación. Al pasar a otro sitio de la casa, como puede ser la cocina, el cerebro olvida la carpeta "A" y se prepara para recibir información en la carpeta "B".
De esta manera, el cerebro nos juega una mala pasada con el Efecto Puerta, pues al entrar a otro lugar olvidamos la primera información y nos quedamos largo tiempo preguntando: "¿A qué venía?
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