El hombre alcanzó el futuro, al menos en cuanto a la ficción que refiere la secuela de “Back to the future”, pues daba cuenta de una imagen sofisticada, plena de tecnología, que ya no es distante, aunque sí sorprendente, y se sabe que “El señor fusión” del Delorean es realidad y no ficción, ya que hoy se produce combustible a partir de basura.
La obra de Robert Zemeckis y Bob Gale, producida por Steven Spielberg, cual novela de Julio Verne, revolucionó el cine y constituyó un hito. Ahora, incluso podemos ver y tocar aquellos artefactos y dispositivos que la película mostraba como imposibles, operatorios solo en esa ficción futurista.
Cuando la película fue estrenada la realidad que presentaba parecía inalcanzable; sin embargo, hoy ya no es novedad. Ejemplo de ello son los tenis con ajuste automático, drones, cine 3D, dispositivos de realidad aumentada, videoconferencias por televisión; ahora también es realidad el combustible a partir de desechos.
La trama de la segunda entrega de la saga transcurre desde el año 1985 al 2015. El doc Brown (Chsitopher Lloy) le dice a Marty (Michael J Fox) y a Jennifer (Elisabeth Shue) que hay problemas en el futuro con los hijos de ambos. Por ello viajan al 2015 Marty a fin de arreglar la situación; pero el viejo Biff Tannen (Thomas F Wilson) descubre la máquina del tiempo y genera una línea de tiempo alternativa y caótica para los protagonistas.
En el inicio de la película, el doc Brown le dice a Marty que necesita combustible para el viaje, y gracias a la tecnología del futuro y a la inteligencia del doc, el Delorean tiene al “Señor Fusión”, un dispositivo capaz de convertir los desechos en combustible.
Ahora, en este 2021, en El Alto, Bolivia, una planta produce combustible a partir de desechos plásticos, bolsas y neumáticos, esta es la materia de la que se hace el combustible que esperan que en algún momento pueda reemplazar a los combustibles fósiles.
Los plásticos se transforman por medio de un proceso con catalizadores que sirven para comprimir los materiales y generar gasóleo.
Cada día la fábrica produce 28 litros de este combustible, que se producen a partir de 90 toneladas de basura, aptas en cuanto a su calidad, de acuerdo a informe brindados por la Agencia Nacional de Hidrocarburos de Bolivia. Además, presenta bajos niveles de azufre, lo que no genera tantos gases tóxicos.
Veremos si es posible que en algún momento se pueda construir la máquina del tiempo, por ahora “Volver al Futuro” vuelve a demostrar su visión futurista.