Malas noticias para aquellos que compraron boletos para los Juegos Olímpicos de Tokio, pues no recibirán devoluciones completas y tendrían que esperar mucho tiempo para recibir su dinero, luego de que hace unas semanas los organizadores locales y el gobierno japonés decidieron prohibir el acceso a la mayoría de los aficionados del extranjero debido a la pandemia por COVID-19.
Por lo general, los vendedores autorizados de boletos son nombrados por los comités olímpicos de cada país, y se les permite cobrar una prima de gestión del 20% sobre los pases. En este sentido, una empresa puede cobrar 2,400 dólares por un boleto de 2,000 dólares.
Sin embargo, este fin de semana CoSport, vendedor autorizado para Estados Unidos y otros territorios, alzó la voz al respecto e informó a través de una carta que no devolvería la comisión, es decir: la prima. La firma intermediaria indicó que pagaría el valor del boleto y los gastos de envío.
Por su parte, los organizadores de Tokio refirieron que devolverán el valor de los boletos; pero no se harán responsables de otros cargos. Han señalado que no cubrirán los costes adicionales impuestos por los intermediarios, así como las cuotas de cancelación de hoteles o vuelos.
Además, CoSport, con sede en Nueva Jersey, afirmó que no recibiría las devoluciones de los organizadores hasta “el tercer trimestre de este año” y por ello pagará hasta entonces. También informó a los clientes que tienen hasta el 9 de abril para ingresar su solicitud.
Así lo explicó: “Incumplir esta fecha límite pondrá en peligro su devolución. Somos conscientes de que es un proceso rápido, pero se basa en la fecha límite que debemos cumplir para solicitar una devolución en su nombre”.
Por otra parte, la web de Cartan Tours, intermediario para el Caribe y América Latina, no indica cómo gestionar las devoluciones, solo afirma que trabajan “para obtener todos los reembolsos elegibles y aplicables”.
De acuerdo con datos oficiales de los organizadores de los Juegos Olímpicos, se han vendido unos 600,000 boletos fuera de Japón, y negar el acceso a los aficionados extranjeros será un duro golpe para el presupuesto del comité organizador, que obtendría 800’000,000 de dólares en venta de pases. Ahora, en caso de presentarse un déficit, tendrán que cubrirlo instituciones gubernamentales japonesas.
