La diputada que miente y se indigna

La diputada que miente y se indigna

Foto: Enfoque

La diputada federal Nayeli Salvatori Bojalil reclamó vía Twitter a Imagen Poblana por la nota que desmintió su dicho sobre un tema sensible: la manutención del menor que procreó con el notario Mario Montero Rosano.

 

El reclamo de Salvatori es idéntico al estilo que le caracteriza: estridentefalsosin sentido y contradictorio.

 

Este portal publicó la nota bajo el título: “Nay miente, su hijo siempre ha recibido manutención completa y cuidados de su padre”

 

Ante dicha publicación, la diputada escribió lo siguiente:

 

“Te pido bajes la nota ya que a mi no se me acusa de nada y yo jamás mentí, solo aclaré que no recibo ningún recurso de su padre y que cada quien se encarga, así que te pido bajes tu título, estás dañando mi imagen o tendré que actuar legalmente. Revisa la información antes de.

 

“No difames, no me acusa a mi de mentir, yo jamás hice esos señalamientos, cuidado con escribir sin tener la suficiente información del tema. Te recomiendo no entrar en temas en donde no tengas el panorama bien claro”.

 

Quedan claras las enormes contradicciones en los mensajes de la diputada.

 

De inicio, pide bajar una nota porque "no se le acusa de nada" ¿no se le acusa? Por supuesto que no, ni el medio ni la fuente le acusan de algo. Imagen Poblana exhibe únicamente un hecho: la mentira de la declaración que ella hizo.

 

La definición de mentira, según la RAE, es la siguiente: “Decir o manifestar lo contrario de lo que se sabe, cree o piensa”.

 

Mejor ejemplo de mentira no podría ser sino la declaración de Salvatori.

 

La legisladora dijo el jueves de la semana pasada, por la tarde, en un medio de comunicación digital que el padre de su hijo no le daba manutención.

 

Aquí la cita:

 

“Soy una mujer que se mantiene sola, que mantiene a su hijo, no tengo una pensión y lo pueden investigar. No tengo una pensión con Mario y así fue el acuerdo (…) pero no pude pelearle nada m’ijo. No se pudo. No pude pelearle nada, lo respeto y así quedó. Pero yo soy una mujer que mantiene sola a su hijo”.

 

Esto es una mentira. Y el encabezado de Imagen Poblana cumple en lo absoluto con el rigor periodístico al señalar justamente la falacia de la declaración primigenia.

 

Nayeli Salvatori dice “yo jamás mentí”, pero nuevamente está mintiendo en su declaración.

 

En un video, Mario Montero Rosano aclara no solo que sí hay un acuerdo de manutención, incluso lo respalda con una cita textual del documento que firmaron tanto él y Salvatori ante el Juzgado Primero de lo Familiar.

 

Si la diputada dijo que no había una manutención, y si el afectado declaró que sí ha cumplido  cabalmente dicha responsabilidad e incluso presenta un respaldo jurídico, Imagen Poblana solo se limitó a exhibir la verdad: que Nayeli Salvatori miente. Entonces, ¿por qué habría de bajar la nota el portal?

 

¿Imagen Poblana difama como pone en su tuit? Veamos lo que dice la RAE:

 

“Decir en público o escribir cosas negativas en contra del buen nombre, la fama y el honor de una persona; en especial cuando lo dicho o escrito es falso”.

 

Pues, de acuerdo a ello, más bien Salvatori difamó al notario Mario Montero, porque ella sí mintió en una declaración para dañar su “nombre, fama y honor”.

 

Y todavía pone Salvatori en un tuit más adelante: “Revisa la información antes de”.

 

Pues la revisamos y comprobamos que en efecto la diputada mintió e incluso difamó.

 

Más allá del tema personal que involucra al notario Mario Montero y a la diputada Salvatori, lo verdaderamente grave es la triste realidad política de México ejemplificada en el caso de esta legisladora.

 

No trataré de profundizar en los escándalos de Salvatori, los cuales ya han sido evidenciados de manera constante en distintos medios de comunicación.

 

Prefiero insistir en lo grave de su posición: mentir, acusar a un medio de comunicación por evidenciarle en la mentira y, aún peor, montar en cólera por señalar su falaz declaración.

 

Esto ocurrió con un tema personal que ella hizo público, por cierto.

 

En la imagen de Salvatori pueden reflejarse otros diputados que, como ella, mienten, difaman y todavía se indignan cuando son exhibidos por ello.

 

Hoy la diputada regresa a pedir el voto. Busca su reelección.

 

Ojalá haya ciudadanos conscientes de esta situación para evitar el ingreso de este tipo de perfiles a los órganos de representación del país.

 

Si los legisladores son los representantes de los ciudadanos, quiero creer en un país donde los mexicanos no deseen tener como ejemplo de identidad a Nayeli Salvatori, la diputada que miente y se indigna.

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