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Una mujer transgénero promovió una demanda en contra de un pastelero luego que fuera acusado de discriminación en 2018 por una pareja gay tras negarse a prepararles una tarta de bodas. En ese entonces la Corte Suprema de Estados Unidos falló a favor del empresario; sin embargo, el nuevo señalamiento tiene el mismo enfoque.
En 2018 la Corte dictaminó un fallo a favor de Jack Phillips, un pastelero de Colorado, tras una extensa batalla legal tras haber negado sus servicios por motivos religiosos a dos homosexuales. Sin embargo, ese mismo día cuando el tribunal anunció que escucharía la apelación de Phillips, Autumn Scardina, una mujer transexual, le solicitó elaborar un pastel azul por fuera y rosado por dentro para celebrar su cambio de género.
La mujer dijo que llamó a la pastelería del demandado para hacer el pedido, después de que Phillips afirmara que se oponía a elaborar el pastel de bodas para la pareja gay ya que implicaba una ceremonia religiosa; pero que vendería sus productos para cualquier otra ocasión. Por la cual se piensa que la solicitud fue una trampa.
Al respecto, la abogada de Scardina aseguró que la llamada telefónica para hacer dicho pedido no era una trampa, sino que era auténtica. Por su parte, la defensa de Phillips argumentó que la nueva negativa de su cliente se debió al mensaje que la demandante había solicitado plasmar en el pastel y con el que él no estaba de acuerdo; pero que en ningún momento discriminó a la mujer transgénero.
La nueva demanda contra Phillips fue promovida por la mujer ante la Comisión de Derechos Civiles de Colorado, que encontró supuestas evidencias de discriminación por parte del pastelero. En respuesta, el microempresario presentó una demanda federal contra esa comisión, señalándola de emprender una "cruzada para destruirlo".
Tras el alegato en 2019, tanto los abogados de dicha comisión y los de Phillips acordaron desestimar ambos casos, y Scardina tuvo que proceder con su demanda de forma independiente. Asimismo, en el caso de la pareja de homosexuales, la Corte Suprema de Estados Unidos dictaminó que la Comisión de Derechos Civiles de Colorado mostró un sesgo antirreligioso al sancionar a Phillips por negarse a tomar el pedido.
