López Obrador cederá a la Marina propiedad parcial del Tren Interoceánico

López Obrador cederá a la Marina propiedad parcial del Tren Interoceánico

La Marina Armada de México será acreedora a la propiedad parcial del proyecto del Tren Interoceánico que correrá a través del Istmo de Tehuantepec, así lo informó este viernes el presidente Andrés Manuel López Obrador.

 

En rueda de prensa, el mandatario refirió: “Se le va a entregar a la Secretaría de Marina y a los cuatro estados con un plan para que las utilidades sean en beneficio de los trabajadores de Marina y los trabajadores al servicio del Estado en Tabasco, en Chiapas, en Veracruz y en Oaxaca”.

 

De esta manera, las fuerzas armadas de México tendrán un papel importante en la economía del país, ya que en diciembre López Obrador anunció que le daría al ejército el control de las operaciones y las ganancias del Tren Maya. Además, los ingenieros del ejército están a cargo de construir muchos de los proyectos de infraestructura de México.

 

López Obrador también ha incrementado el papel de las fuerzas armadas en labores policiales.

 

Estas acciones se llevan a cabo ya que López Obrador tiene un buen concepto de las fuerzas armadas, habiéndolas puesto a cargo de la Guardia Nacional, además de encomendar al Ejército la responsabilidad de construir el aeropuerto de Santa Lucía.

 

Uno de los motivos que ha hecho que el mandatario implemente estas medidas es que no desea que sus proyectos prioritarios sean privatizados por gobiernos subsecuentes, y considera que las fuerzas armadas son un depositario seguro.

 

Desde los años 40 el Ejército Mexicano se ha mantenido al margen de la política y de la economía en general, algo inusual en Latinoamérica. Y a cambio, los presidentes mexicanos hicieron que dicha institución no fuera objeto de escrutinio externo. Por ello, nunca ha habido un secretario de Defensa de origen civil, sino que el mandatario elige a partir de una lista de generales aceptables que le presenta el ejército.

 

Sin embargo, los expertos opinan que la falta de rendición de cuentas del ejército a reguladores externos y el creciente flujo de poder y dinero pudieran fomentar la corrupción entre sus filas.

 

Además, no queda claro cómo operarán las fuerzas armadas los proyectos de tipo turístico como el Tren Maya, o si el aeropuerto y demás proyectos ferroviarios que les fueron dados generarán ganancias.

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