La expresidenta transitoria boliviana Jeanine Áñez (noviembre 2019-noviembre 2020) denunció el viernes "persecución política" tras divulgarse una orden fiscal para su captura, que líderes opositores consideraron un sometimiento judicial al gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS).
"La persecución política ha comenzado. El MAS ha decidido volver a los estilos de la dictadura. Una pena porque Bolivia no necesita dictadores, necesita libertad y soluciones", escribió en Twitter la exgobernante, que enfrenta el primer proceso por el derrocamiento del gobierno de Evo Morales.
Áñez publicó el comentario mientras se confirmaba, con transmisiones en vivo de varios medios, la detención por el mismo caso de dos de sus exministros: el de Energías, Rodrigo Guzmán, y el de Justicia, Álvaro Coimbra, en la ciudad amazónica de Trinidad, donde residía la exgobernante.
La policía montó en la tarde del viernes un cerco en torno al condominio trinitario en el cual está la vivienda de Áñez, donde también se congregaban grupos que gritaban consignas contra la expresidenta, según mostraron videos divulgados en redes sociales por la red de medios Kawsachun de los sindicatos cocaleros.
"NO FUE GOLPE"
Áñez utilizó también Twitter para reiterar que su llegada al poder hace 16 meses, siendo senadora de la minoría opositora, no fue un golpe, como sostiene la acusación y reafirma la orden de aprehensión emitida por dos fiscales de La Paz.
"Es la práctica 'socialista', mienten sin ruborizarse, reescriben historias para justificar abusos. No fue golpe, fue sucesión constitucional debido a un fraude electoral. Renunciaron quienes no se atrevieron a recibir un país convulsionado ya que el principal responsable (Morales) HUYÓ!", afirmó.
Con criterios parecidos, líderes de la oposición denunciaron que la fiscalía y la justicia estarían al servicio del MAS.
"Estamos en un proceso de persecución política peor que en las dictaduras. Se ejecuta contra quienes defendieron la democracia y la libertad en 2019. El poder judicial y la fiscalía masistas son el martillo ejecutor. Los autores del FRAUDE se amnistían y pretenden ser víctimas", publicó el expresidente Carlos Mesa.
Se refirió así a la denuncia de un supuesto fraude cometido por del MAS en las elecciones generales de 2019, que él mismo levantó como bandera para convocar protestas urbanas que terminaron provocando la caída del masista Morales.
Otro expresidente derechista, Jorge Quiroga, criticó también al actual presidente Luis Arce, del MAS.
"En Bolivia Evo manda y sus fiscales cumplen. Él violó Constitución, desconoció 21F, hizo fraude y escapó. Ahora otorga impunidad a sus cómplices y desata cacería revanchista 'de canto'. Arce, eres un aprendiz de tirano, ser Ministro NO es delito ni amerita secuestro", afirmó Quiroga.
El también conservador Comité Cívico del departamento de Santa Cruz dijo en un comunicado que rechazaba "cualquier intento de persecución y judicialización contra los ciudadanos que defendieron la democracia y los militares y policías que decidieron no reprimir a su pueblo".
El ultraderechista Luis Fernando Camacho, acusado en el mismo "caso del golpe" que enfrentan Áñez y varios de sus colaboradores, fue pieza clave en el derrocamiento de Morales desde su cargo de presidente del comité cruceño.