Ayer en la noche se aprobó en lo general la Ley Federal para la regulación del Cannabis, de esta manera se podrá usar la mariguana en todo el país para uso lúdico y recreativo, pero también para la industria lo que podría significar un negocio millonario. ¿Qué implicaciones tendrá esta nueva ley?
Mariguana es el nombre común con que se conoce a la Cannabis sativa, cuyo origen se sitúa en el Himalaya y una amplia región entre China e India. Fueron los árabes quienes llevaron la planta a España y los españoles a México durante el periodo de invasión con el fin de obtener cáñamo para la producción textil. Los indígenas de Mesoamérica tenían conocimiento de los efectos psicoactivos de plantas como el peyote, hongo y tabaco por lo que la adopción de la mariguana fue un proceso relativamente rápido.
A principios del siglo XX el uso de la mariguana era común para tratar la gonorrea, regular el ciclo menstrual y tratar dolores musculares o de muela. Por ello, la canción de “La Cucaracha” se burlaba del dictador Huerta por su torpeza y no por su afición a fumar mariguana. Fue hasta 1920, por presiones de Estados Unidos, que se prohibió el uso de las drogas en el país.
En 1940, Lázaro Cárdenas promulga el Reglamento Federal de Toxicomanías en el que se despenalizó el uso de drogas y se otorgó al Estado el monopolio de la producción y la distribución. Esta medida fue revolucionaria, muy adelantada a lo que ahora aplica Países Bajos y consistía en dejar de ver al drogadicto como criminal y tratarlo como enfermo, obtenía la droga en dispensarios a cargo del Departamento de Salubridad Pública. Los resultados fueron favorables, en poco tiempo los mercados ilegales empezaron a desaparecer porque no podían competir ni con los precios ni con la calidad de los productos del Estado.
La presión de Estados Unidos fue más fuerte y el Reglamento se derogó. Durante todo este tiempo prevaleció una visión prohibicionista que criminaliza a los consumidores y enriquece a un mercado negro. En 2006, Felipe Calderón decretó una guerra contra el narcotráfico, los resultados son una ola de violencia que hoy prevalece. La evidencia demuestra que esta guerra favoreció a ciertos grupos o carteles y fragmentó las operaciones criminales.
En 2016 se legalizó la mariguana para uso medicinal y en 2018 la Suprema Corte otorgó un amparo para proteger el derecho fundamental del libre desarrollo de la personalidad de los consumidores de Cannabis. Hasta el día de ayer la Cámara de Diputados aprobó finalmente una ley de 55 artículos coherente con el fallo de la Corte. Así, somos el tercer país, después de Uruguay y Canadá, en legalizar todo el proceso productivo; la diferencia es que México es un gran productor y consumidor, por lo que el tamaño del mercado es millonario.
A partir de que se publique en el Diario Oficial de la Federación, los mayores de 18 años podrán consumir mariguana, nunca frente a menores ni con personas que no manifiesten su consentimiento. Tampoco se podrá hacer publicidad sobre ella. Una persona podrá comprar hasta 28 gramos al día y cultivar hasta 4 plantas al año. Por otra parte, el nuevo Instituto Mexicano para la Regulación y Control del Cannabis podrá expedir licencias para cultivar, transformar, comercializar, exportar e importar y desarrollar investigación científica con fines lucrativos sobre la mariguana.
De acuerdo con diferentes colectivos de activistas la principal crítica a la nueva ley es que tiene un enfoque hacia la empresa (producción) y no hacia el consumo. Pues mientras permite la producción sin topes, el consumidor está limitado a 28 gramos, lo que lo hace vulnerable frente a la extorsión, pues acusan a los policías de recurrir a la siembra de cantidades diferentes de droga a un detenido. En efecto, en la gráfica 1 observamos que el principal delito del narcomenudeo es la posesión, tanto para adultos como adolescentes, mientras que el comercio y suministro son casos menores. Por lo que, la ley debería modificarse para que no se ponga límites a consumidores.
Elaboración propia con datos de Censo Nacional de Procuración de Justicia 2019
Aunque por obvias razones no es posible conocer el tamaño del mercado, algunos cálculos aproximan a un 5 y 10% del Producto Interno Bruto del país y se prevé que es una industria que crece entre 15 y 30% cada año, por lo que, para México sería un potencial impulsor de la economía, ya que la legalización permitiría a empresas la transformación en productos de alta gama para mercados más selectos como vaporizadores, terapias reservadas, ansiolíticos, trastornos del sueño, medicina veterinaria, la industria de la recreación y el turismo. En suma, podría representar hasta el 25% del PIB.
Además de los efectos económicos, la regulación tiene grandes ventajas pues pondrá el acento en los consumidores como sujetos de derechos y permitirá el diseño más adecuado de políticas públicas para el tratamiento de las adicciones; pero, sobre todo, debilitará los mercados ilegales y la violencia asociada. Este deberá ser el primer paso para avanzar en la regulación de otras drogas como la amapola o la coca. Esta reforma ubica a nuestro país en la vanguardia mundial.
*Profesor-Investigador Facultad de Negocios, Universidad La Salle México
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores
Twitter: @BandalaCarlos