Pulseras electrónicas en Israel para monitoreo de cuarentena en extranjeros  

Pulseras electrónicas en Israel para monitoreo de cuarentena en extranjeros  

Foto: Pixabay

Israel lleva a cabo una nueva estrategia de cuarentena para los extranjeros a fin de evitar el aislamiento obligatorio en sitios designados por el gobierno y bajo la vigilancia del ejército, que se denomina “Hotel Corona”, por ello implementó el uso de pulseras electrónicas para los viajeros internacionales. 

 

El ensayo de estos dispositivos se implementa en el aeropuerto Ben-Gurion de Tel Aviv, está enfocado a aquellos visitantes que no estén vacunados o que no hayan padecido el COVID-19, a fin de ser monitoreados, aunque está todavía en fase experimental. 

 

Luego de que Israel ha vacunado a la mitad de su población, desde la última semana de febrero ha comenzado a retornar a la “normalidad” con la apertura de comercios y tiendas, por ello el gobierno hace énfasis en evitar el ingreso de variantes del virus que puedan poner en riesgo el plan de inoculación y la inmunidad que comienza a lograr su población. 

 

A fin de controlar el ingreso del Sars-Cov-2, una persona que haya estado fuera de Israel, al arribar debe ser radicada en un hotel en cuarentena, aislarse y monitorear su salud. Sin embargo, gracias al programa de las pulseras, los pasajeros pueden permanecer en sus casas con la condición de que porten el brazalete. 

 

Para evitar la cuarentena en “Hoteles Corona”, el recién llegado debe entregar el pasaporte para registrar sus datos, así como una tarjeta de crédito como garantía de depósito del dispositivo. Una vez hecho este trámite, y descargada una aplicación móvil, se puede hacer la cuarentena en un domicilio particular. 

 

Además, este brazalete, ligero, ergonómico e impermeable, va acompañado de un smartphone seguro y otro dispositivo con una pegatina que hay que adherir en la pared del domicilio indicado a las autoridades. El usuario va a su casa y su dirección se identifica con el teléfono que lleva un sistema GPS, y a partir de ese momento comienza la cuarentena. Siempre que la pulsera esté cerca de la pegatina, no se envía ninguna alerta al sistema

 

Este método no modifica el periodo del aislamiento, aunque no es necesario estar confinado en una habitación de hotel. Pero en caso de que las personas abandonan sus hogares, se alerta de inmediato a la policía. 

 

Por supuesto este método ha suscitado el debate legal, al punto de que la justicia ha pedido a las autoridades limitar el rastreo de personas infectadas con COVID-19; sin embargo, Ordan Trabelsi, presidente y CEO de SuperCom, en entrevista para The Jerusalem Post, afirmó que el brazalete electrónico no monitoreará nada, excepto si la persona está cumpliendo con la cuarentena. 

 

Asimismo, aseguró que “la privacidad es una preocupación válida, y entiendo por qué la gente podría estar preguntando. Sin embargo, hay una serie de consideraciones. En primer lugar, esta es sólo una opción:el gobierno no está obligando a nadie a usar esta tecnología. Si alguien tiene miedo, simplemente puede quedarse en el hotel”

 

Pero las críticas no sólo responden a la privacidad, sino a los costos de funcionamiento. Según estimaciones de la prensa israelí, el valor de este programa gubernamental asciende alrededor de 150 euros por día y por persona.

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