La Orbital Assembly Corporation trabaja en un proyecto ambicioso, se trata de la construcción de un hotel espacial llamado estación Voyager, que tendría capacidad máxima de 400 personas, se construirá a partir del 2025 y estará operativa en dos o tres años. Además, está pensado en reducir los efectos nocivos de la ingravidez en la salud humana.
De acuerdo con la firma, el proyecto será posible si recauda 23,4 millones de dólares a lo largo de este mes de marzo, por lo cual buscan inversionistas que apuesten por esta empresa. Hasta el momento han conseguido 1 millón de dólares.
De esta forma se pretende edificar la primera estación espacial habitable con efecto de gravedad artificial, lo cual respondería al daño causado por la ingravidez en los músculos, huesos y, en general, en el organismo. El video que acompaña al anuncio de la empresa para ganar eventuales inversores califica la iniciativa como “hotel espacial”; sin embargo, también albergará tanto a turistas como a investigadores.
Asimismo, el anuncio refiere que este proyecto contempla acoplarse con distintas naves espaciales, como la Starship de SpaceX, de Elon Musk, a fin de recibir y devolver carga y pasajeros.
La idea de este “hotel espacial” remite al legado del “padre de cosmonáutica”, el ingeniero visionario ruso Konstantín Tsiolkovski, el primero que ideó la posibilidad de desplegar en el espacio una estación orbital habitable en forma de rosca o de anillo giratorio, que debería girar alrededor de su propio eje, de tal forma que si la velocidad de rotación es lo suficientemente alta, la fuerza centrífuga sustituiría el efecto de la gravedad terrestre dentro de la estación.
Má tarde el ingeniero esloveno Herman Potocnik y luego por el alemán Wernher von Braun, el constructor de misiles V2 del III Reich que trabajó para EU, perfeccionaron la idea primigenia y desarrollaron un círculo de 72 metros de diámetro capaz de generar gravedad por la rotación, aprovechando la fuerza centrífuga.
Tim Alatorre, que comenta el desarrollo del proyecto en el video, afirma que este nuevo “hotel” orbital aprovechará los avances actuales en el uso comercial del espacio que hará que los lanzamientos sean mucho menos costosos.
Al respecto, dice: "No hemos visto un crecimiento explosivo de la actividad comercial en el espacio. El costo rondaba los 8,000 dólares por kilogramo durante mucho tiempo, pero con el Falcon se lo puede reducir a menos de 2.000 dólares. Cuando Starship esté en línea, sólo costará unos pocos cientos de dólares".
Sin embargo, el viaje espacial recreativo seguirá siendo una opción sólo al alcance de millonarios, ya que el paquete completo rondaría los 50 millones de dólares, según la estimación publicada en Fox Business.