Tras permanecer un mes en coma inducido a causa del COVID-19, una mujer en su séptimo mes de embarazo despertó y se dio cuenta que había dado a luz por medio de cesárea. Los hechos acaecieron en Estados Unidos, de acuerdo con lo informado por RT.
Emily Brown, de 30 años y residente de una zona rural de Tennessee, refirió al diario The Sun que no creía que la pandemia por COVID-19 fuera real, por ello no usaba mascarillas ni respetaba el distanciamiento social en lugares públicos: "No parecía real y asumí que todo pasaría rápidamente", dijo.
Tiempo después la mujer quedó encinta y en su séptimo mes ella y su esposo Josh supieron que iban a tener un niño, por ello invitaron a unos amigos a un restaurante para celebrarlo. Entonces la mujer se dio cuenta "de que no podía ni saborear ni oler nada".
A pesar de no creer que el COVID-19 fuera real la mujer decidió someterse a una prueba para confirmar el patógeno, que resultó positiva. A lo largo de la semana la fémina desarrolló síntomas más graves como fiebre y dificultades para respirar y al agudizarse más, fue trasladada a un hospital.
Emily explicó que tras ser ingresada al nosocomio le colocaron un ventilador y la indujeron en coma, ya que los galenos no garantizaban que sobreviviera. “Los médicos le dijeron a mi familia que tal vez no sobreviviría y realizaron una cesárea de emergencia para dar a luz a Tucker (su hijo), a pesar de que era siete semanas prematuro".
Por fortuna para Brown todo salió bien: "Al abrir los ojos me encontré en una habitación desconocida y traté de orientarme. Me sentía aturdida y confundida y había un tubo conectado a mi garganta. Luego vi una foto de un bebé recién nacido en la pared. Mis manos tocaron mi estómago e instantáneamente supe que la foto era de mi hijo", recordó.
Y agregó: "Cuando desperté en la habitación extraña, estaba segura de que sólo habían pasado unos días, pero en realidad habían sido tres semanas. Había pasado tanto tiempo que mi cicatriz de la cesárea se había curado y era casi como si no hubiera estado embarazada en absoluto. Fue tan surrealista que me tuvieron que dar medicación para mantener la calma".
Respecto a su hijo, tuvo un peso saludable y tras pasar varias semanas en la unidad de cuidados intensivos neonatales fue dado de alta. Ahora tiene cinco meses y está estable en casa junto a sus padres.
Por último, Brown hizo una llamada a tomar en serio esta pandemia: "Quiero que todos sepan lo importante que es tomarse este virus en serio. Es un milagro que Tucker y yo estemos aquí y sanos".
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