Un refrigerador que contenía 600 dosis de una vacuna contra el coronavirus se quedó sin energía eléctrica en la noche del 25 de febrero en Sarpsborg, Noruega, por lo que al menos la mitad de las dosis tendrán que ser desechadas, informó el medio VG.
"El refrigerador con 600 dosis de la vacuna se quedó sin suministro de electricidad. Ahora, más de 300 dosis deben desecharse, y el resto se mantendrá por el momento en cuarentena", aseguró la publicación.
Según el jefe de la clínica donde ocurrió el incidente, las vacunas se almacenaron en condiciones inadecuadas, y ahora no se pueden usar.
"A media tarde del viernes [26 de febrero], se recibió la información del Instituto de Salud Pública de que la vacuna de Pfizer no se puede usar, mientras la vacuna de AstraZeneca aún se puede almacenar", explicó el centro médico.
La vacuna de Pfizer es muy sensible a los cambios de temperatura, debe almacenarse a 75 grados centígrados bajo cero, y solo puede permanecer dos horas a temperatura de ambiente.
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